Educació anunció que financiaría con 1,2 millones de euros los aparatos de control del aire de los centros educativos de Balears para hacer frente a la COVID-19, aunque todavía no hay novedades al respecto; de momento, se mantienen las ventanas abiertas y los alumnos se abrigan.

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Lo primero que se supo sobre el coronavirus SARS-CoV-2 es que se transmitía por gotas grandes. «Al ser grandes pesan más y tienen una distancia de recorrido pequeña, al metro y medio caen al suelo», explica el portavoz del comité autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz. De ahí que las primeras medidas de prevención fueran el uso de mascarilla o la distancia social. Con el tiempo se ha visto que el virus es capaz de mantenerse en gotas más pequeñas, son los famosos aerosoles que, «al pesar menos, permanecen más tiempo en el aire, sobre todo si se trata de espacios cerrados», añade el experto. Se estima que la transmisión en este caso podría mantenerse más de una hora y media.

El doctor Arranz comparecerá este viernes junto con la consellera de Salut, Patricia Gómez, para explicar nuevas medidas para afrontar la pandemia y previsiblemente estarán relacionadas con la necesidad de ventilar los lugares cerrados, medir la concentración de CO2 y facilitar las actividades en zonas exteriores. «En un interior sin ventilación las partículas se diseminan», explica el médico. «El hablar fuerte, cantar, gritar, toser y estornudar, incluso cuando se fuma... Todo esto combinado en un lugar cerrado o sin ventilación hace que aumente la posibilidad de contagio», explica. De ahí algunas de las restricciones actuales como el cierre de los chiquiparcs.

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Ahora las medidas se plantearán con alternativas. Si se le recomienda a un restaurante o una tienda cerrar su interior, se le posibilitará ampliar la terraza o llevar fuera su actividad económica.

Otra de las claves será facilitar medidores de concentración de CO2, una propuesta que Educació ya ha hecho para las aulas y otros espacios de los colegios de Balears, que sirve para monitorizar y el controlar el grado de ventilación y la calidad del aire, «cuando se supera el nivel máximo de CO2 es el momento de ventilar», explica el experto. Además, también se apuesta por los filtros (HEPA) para aquellos espacios en que se tenga que purificar el aire como una medida complementaria.