En la imagen, un can en un centro de atención animal donde suelen acabar, si no mueren antes, los perros vagabundos.

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El Govern balear sacará a exposición pública el próximo año una normativa pionera que tendrá rango de ley –es posible que sea de las primeras en aprobarse después de un año de escasísima actividad legislativa al margen de la relacionada con pandemia por el coronavirus– y que establecerá derechos para los animales de compañía.

Está pensada, sobre todo, para gatos y perros y reconoce la figura del «animal vagabundo». Resuelve vacíos legales y completa la ley de protección que se aprobó en 1992.

Aquella norma, según la exposición de motivos de la nueva, «no ha conseguido acabar con el abandono de centenares de animales de compañía cada año, motivo por el cual se hace necesario reforzar su acogida y adopción, ni tampoco erradicar los maltratos, lo cual hace imprescindible una respuesta más contundente de los poderes públicos hacia estas conductas»

La ley, además de imponer un régimen sancionador a los incumplimientos, asigna un relevante papel a la Administración y le reserva funciones concretas para ocuparse de gatos y perros vagabundos, aquellos que no llevan ninguna identificación ni está acompañados de ninguna persona. En su articulado establece que intervenga en todos los aspectos desarrollados en la ley como recogida, tratamiento, posterior adopción.

La ley asignará a la policía local el papel de «colaboradores» en todas las gestiones derivadas de su aplicación establece que podrán recoger animales y trasladarlos en los centros de protección en caso de que el ayuntamiento no cuente con personal especializado.

Otra de las novedades es que el chip identificativo obligatorio para los canes se extenderá también a los felinos. Y también se establecerán medidas contra la superpoblación, tales como la esterilización, que corresponderá al Govern en colaboración con los consells, los ayuntamientos, los facultativos veterinarios colegiados y las organizaciones protectoras de animales.

Tres conselleries implicadas

Tres conselleries, la de Presidència, la de Salut y especialmente la de Agricultura que es la que tiene la mayoría de las competencias y la que ha llevado el peso de la redacción final han participado en la elaboración de esta ley que, según fuentes del ejecutivo, «puede decirse que ha sido un empeño casi personal de la presidenta Armengol».

Los animales que quedan fuera de la normativa

Quedan fuera de la ley los animales «de producción destinados a su aprovechamiento», eufemismo que define a los que luego se consumen para comer pero también aquellos que se emplean en laboratorios; los toros (que regula otra ley); la fauna silvestre y los animales que ya están incluidos en listados o catálogos de especies con régimen de protección especial, o especies amenazadas o invasoras. Es la tercera ley autonómica que se ocupa de animales.