Las familias han tenido que usar los ahorros para su día a día, lo que ha dificultado la compraventa de viviendas, según la presidenta de los API, Natalia Bueno, quien recordó que los bancos solo ofrecen un préstamo hipotecario del 70 % del valor del inmueble.

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La compraventa de viviendas se desplomó un 23 % en 2020 en Baleares en comparación con el año anterior. Se trata del mayor descenso del Estado, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La media de España se contrajo un 17,7 %.

En el conjunto de 2020 se contabilizaron en las Islas 10.696 operaciones de compraventa de viviendas, la cifra más baja de los últimos cinco años, como se aprecia en el gráfico adjunto. La caída del 23 % respecto a 2019, fue la más intensa desde la anterior crisis. Esta caída está en sintonía con el resto de indicadores económicos y laborales, que han afectado a Balears de forma más intensa que al resto de comunidades.

La crisis provocada por la pandemia, que ha supuesto un parón casi absoluto de la movilidad, ha repercutido de forma negativa en la actividad turística. Debido a la gran dependencia de este sector, Balears ha sido la comunidad con mayor porcentaje de trabajadores afectados por un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), además de encabezar el aumento del paro y la destrucción de empleo a nivel estatal. «La situación del mercado laboral es la que explica la mayor parte de esta caída de compraventa de viviendas», aseguró la presidenta del Colegio de agentes de la propiedad inmobiliaria (API) de Baleares, Natalia Bueno.

Cabe recordar que los bancos solo conceden un 70 % del valor de la vivienda para conceder hipotecas, de modo que los futuros propietarios deben abonar el 30 % del coste en efectivo. Este requisito obliga a contar con ahorros para formalizar la compra de una vivienda, un dinero «al que muchas familias han tenido que recurrir en el último año tras perder el trabajo o verse afectados por un ERTE», señaló Bueno. La crisis, por tanto, ha frenado operaciones inmobiliarias de la clase media, sobre todo, en las Islas, que es la que ya tenía más problemas de acceso a la vivienda.

Precios altos

La caída de la compraventa, del 23 %, es muy superior al descenso del precio medio, que la presidenta de los API sitúa entorno al 10 %. «El descenso de precios aún es insuficiente para cubrir la demanda y reactivar las ventas», consideró. En cualquier caso, no prevé una recuperación del mercado inmobiliario hasta que no se reactive el mercado laboral «con sueldos dignos y ocupaciones de calidad». De ahí, que la incertidumbre aún pesará en los próximos meses.

Otro factor que ha influido en el descenso en la compraventa de viviendas es el retroceso de las operaciones por parte de extranjeros, que han bajado un 20 % debido a las restricciones a la movilidad. Sin embargo, este mercado prevé recuperar su dinámica cuando se levanten los vetos a los viajes.

La compraventa de vivienda nueva registró un mínimo histórico en 2020

De acuerdo con los datos del INE publicados este lunes, la compraventa de viviendas nuevas alcanzó un mínimo histórico en 2020 en Baleares. Se contabilizaron 2.021 operaciones, la menor cifra de la serie histórica. Representan un 21 % menos que las vendidas un año antes. Desde la salida de la anterior crisis, que provocó un parón en la obra nueva de plurifamiliares, la mayoría de compra de vivienda es de segunda mano. El año pasado se registraron 8.675 compraventas de casas usadas, un 23 % menos que en 2019. El precio de estas viviendas es inferior que el de las nuevas, que están dirigidas a un público de mayor poder adquisitivo.