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El Govern será intransigente con los turistas y con los residentes durante los próximos días y no consentirá que las vacaciones de Semana Santa se conviertan en una especie de oasis de contactos sociales en medio de la pandemia.

El Ejecutivo prepara un dispositivo de control reforzado para verificar que quienes estén en las Islas en los próximos días cumplan a rajatabla las restricciones, que pasan por la prohibición de reuniones para personas no convivientes en zonas privadas, la concentración de un máximo de seis personas en espacios públicos –como por ejemplo, las playas– o la reunión de cuatro personas en las terrazas de los bares y restaurantes de las Islas.

Zonas turísticas

El dispositivo se reforzará en las zonas turísticas y en las zonas donde se da una mayor concentración de servicios de hostelería y restauración para evitar que las vacaciones de Semana Santa se conviertan en una excepción de la norma y se produzca una explosión de contagios una vez pasados estos días.

El portavoz del Govern, Iago Negueruela, adelantó que Policía Nacional, Guardia Civil y policías locales intensificarán la vigilancia en las zonas calientes de las islas. Trabajarán en colaboración con toda la plantilla de inspectores del Govern, que se centrarán en el control y vigilancia de los infractores. Estarán coordinados por la Direcció General d’Emergències. La consellera de Presidència, Mercedes Garrido, y la de Salut, Patricia Gómez, informarán hoy con detalle del operativo y de las sanciones por incumplir la norma.

El Govern aprobó un decreto ley que fija multas de hasta 600.000 euros por incumplimientos muy graves de la norma, lo que incluye celebrar fiestas no permitidas o no respetar los aforos. Si el incumplimiento es en un bar o restaurante, el propietario se expone a la clausura del local si la falta es muy grave.

El Govern ha señalado en repetidas ocasiones que está muy preocupado por la llegada de turistas ya que su prioridad era pasar las vacaciones de Semana Santa sin apenas movimientos.

Contingencias preparadas

Los deseos del Govern no se ha cumplido y se espera una Semana Santa con cierta movilidad, mucha mayor de la que se produjo el año pasado, en pleno confinamiento ciudadano, y con bastantes más movimientos turísticos de los vividos en los últimos meses.

El portavoz del Govern, Iago Negueruela, explicó que el hotel Palma Bay sigue habilitado como ‘hotel puente’ en caso de que un turista dé positivo, sea asintomático y deba confinarse. Hoteles similares se han preparado en el resto de Islas porque el conseller dejó claro que no es una opción que tendrán solo los turistas, sino que podrán confinarse en ellos residentes que no dispongan de otro lugar donde hacerlo.