Detención por parte de la Policía Nacional de un menor de edad por una agresión en Palma. | Archivo

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Los episodios de violencia contra familiares protagonizados por menores de edad durante el 2020 aumentaron más de un 50 por ciento en Baleares. El encierro y las restricciones han acentuado una tendencia que quedó reflejada en los últimos años: el incremento de delitos de violencia doméstica en los que los agresores son adolescentes. La situación de medio centenar de días cerrados y las consecuencias psicológicas del aislamiento para los menores, uno de los colectivos más afectados, han acentuado la conflictividad en los hogares.

De acuerdo con los datos del Tribunal Superior de Justicia de Balears, en los juzgados de Menores de las Islas se registraron el año pasado 109 asuntos por violencia doméstica, son 38 más que los que se habían producido en 2019. Es el único indicador de estos órganos que sube en medio de la bajada generalizada de la delincuencia, no solo entre menores de 18 años de edad.

Así, las causas en las que se vieron implicados menores entre 14 y 15, es decir, en los dos primeros años desde que una persona empieza a tener responsabilidad penal por sus actos, fue de 212, once menos de los que se produjeron un año antes.

La caída fue más acusada en la franja entre 16 y 17 años, que afronta ya unas mayores penas por sus delitos. Fueron 489 cuando un año antes habían sido 592. La reducción afecta a todo tipo de delitos como los de volencia de género y también implica una caída a la mitad de las medidas cautelares que se adoptaron contra estos menores, de acuerdo con los datos del Juzgado Decano de Palma. De hecho, la caída de nuevos asuntos fue de un 27 por ciento a lo largo del año pasado. Con todo, las cifras de los Juzgados de Menores sólo reflejan los casos por los que se incoan diligencias. Las actuaciones por parte de la Fiscalía especializada suelen reflejar cifras de conflictividad y de violencia mucho más elevada en lo que respecta a los menores de 18 años y, en Balears, esa cifra suele concretarse en unas 400 actuaciones al año ya sea por violencia doméstica (contra padres, hermanos o abuelos) o de violencia de género, que implica la existencia de una relación de pareja. La Fiscalía no ha publicado aún su memoria relativa al año pasado.

Con todo, la caída de las causas penales en las que hay implicados menores de edad fue más acusada que la registrada entre mayores de edad, que se quedó en un 17 por ciento, diez puntos menos. La conducta ilegal más frecuente que comenten los menores son los delitos contra la propiedad, ya sean robos con fuerza o violencia o hurtos, que, de acuerdo con el Ministerio del Interior fue uno de los ilícitos que más disminuyó durante el año pasado por la mezcla de confinamiento, límites a la movilidad y de falta de turistas.