El valor medio del suelo urbano de los municipios de más de 50.000 habitantes de Baleares –caso de Palma, en la imagen– también fue de los más caros de España. Se situó en los 504,1 euros el metro cuadrado al cierre de 2020, un valor muy superior a la media de la comunidad. | Archivo

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El precio del suelo urbano en Balears alcanzó de media los 296,7 euros el metro cuadrado al cierre de 2020, según los datos que publica el Ministerio de Fomento. Subió un 3,7 % en comparación con un año antes y las Islas fueron una de las tres únicas comunidades donde el suelo urbano se encareció en el año de la COVID.

Balears tiene el suelo urbano más caro de España y el valor medio duplica la media estatal (142,1 euros el metro cuadrado). En el conjunto del Estado, el año pasado este valor descendió un 9,7 % y su precio es uno de los más bajos de la serie histórica. En las Islas ocurre lo contrario, donde el suelo urbano se encarece año tras año y su valor ya ha alcanzado el registrado en la época del boom inmobiliario.

Uno de los motivos que explica el elevado precio del suelo urbano en Balears es su escasez, según denuncian constructores y promotores desde hace tiempo. En reiteradas ocasiones han advertido del alto coste del suelo en las Islas y de la gran demanda, de ahí la dificultad de acceso a una vivienda asequible.

La presión demográfica en Balears es de las más altas de España. En su último informe de coyuntura, la patronal de constructores alertó de las previsiones del Instituto Nacional de Estadística, que contempla un incremento poblacional para Balears de 234.000 habitantes para los próximos 20 años, es decir una media de más de 15.000 habitantes por año. La patronal advirtió de que si se cumple esta estimación se aumentará la carencia de vivienda, cuyo déficit a día de hoy cifran en 15.000.

Rehabilitación

También la presidenta del Col·legi d’Arquitectes de Balears, Marta Vall-llossera, reconoció que las Islas están ante el período de menor creación de vivienda nueva de la historia reciente en la presentación de la memoria de actividad de la entidad de 2020. Si bien nunca se ha mostrado partidaria de recuperar los niveles de construcción de antes de la crisis de 2008, sí que defiende una apuesta por la rehabilitación, puesto que la construcción del 56 % del parque residencial de Baleares es anterior al año 1980.

Cabe tener en cuenta, sin embargo, que la gran demanda de vivienda en las Islas, que contribuye a encarecer los precios, no está motivada solo por el aumento de la presión demográfica sino también por la inversión extranjera. Las Islas se han convertido en un destino preferente para los europeos para adquirir una segunda residencia.

El año pasado, y pese a las restricciones por la pandemia, Baleares se mantuvo como la comunidad con mayor peso de compra de viviendas por parte de extranjeros, con un 29,64 % del total, ligeramente por encima del año anterior (29,41 %). Así figura en la estadística del Colegio de Registradores de la Propiedad, según la cual el peso de la compra de viviendas por parte de extranjeros en el conjunto del Estado solo representó el 11,3 %. Un dato curioso es que casi el 25 % de las viviendas de más de 500.000 euros fueron adquiridas por extranjeros en Baleares, mientras que en el conjunto de España representaron el 7 %.