Los resultados electorales de Madrid han revolucionado el panorama político. | SUSANA VERA

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No hubo sorpresa. Las elecciones a la Asamblea de Madrid del martes 4 de mayo dejan una victoria aplastante de Isabel Díaz Ayuso, que supera en escaños a toda la izquierda; ha obtenido el apoyo mayoritario en 176 del total de 179 municipios y en los 21 distritos de la capital. No hay duda. Madrid se inclina a la derecha.

Entre los titulares de los comicios destaca la despedida de la vida política de Pablo Iglesias. Pero también que Ciudadanos desaparezca del mapa político devorado por los populares, y que el PSOE se desplome en el peor resultado de su historia, con Más Madrid superando a los socialistas.

Ahora queda por ver si este terremoto político en la Comunidad político puede extrapolarse a Baleares o al resto del país. Analizamos con tres politólogos los escenarios posibles. ¿Se pueden extrapolar los resultados a las Islas o al resto de España?

El director del Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES), Gonzalo Adán, considera que en el resultado de las elecciones madrileñas no tiene un impacto actualmente en Baleares. Sin embargo, no descarta que puede llegar, «con un efecto retardado, tras el verano». No obstante, precisa que para ello tendrán que producirse una serie de factores a nivel nacional, como que el PP se ponga por encima del PSOE en las encuestas, que no lleguen las ayudas europeas o que su tramitación se complicada, así como que la vacunación contra la COVID-19 o la temporada turística no vayan bien.

Por el contrario, Adán considera que los resultados electorales de Madrid sí son extrapolables al resto de España. «No eran los de Galicia, ni los del País Vasco, ni los de Cataluña, pero sí lo son los de Madrid porque es una media aritmética sociológica del resto de España», explica. En este sentido, argumenta que «lo que pasa en Madrid tiene repercusión en el resto del país, por cantidad -porque tiene mucha población- y por calidad -porque lo que pasa en Madrid su repercusión se multiplica por 10-». Ademas, añade que hay otra variable, Pablo Casado, ya que el éxito del PP dependerá de cómo su presidente juegue sus cartas.

Por tanto, Adán sí ve un cambio de tendencia en España y avanza que tiene tres fases. La primera de ellas es la de las declaraciones de los líderes políticos. La segunda es la de las encuestas, que prevé que recojan el efecto de los comicios madrileños en un mes; recuerda que tras las elecciones catalanas el PP bajó tres puntos por su mal resultado y el PSOE subió debido a su victoria. La tercera fase la espera para después del verano, cuando el PP celebrará su convención y su éxito dependerá del éxito que previamente haya tenido Casado.

Por su parte, el politólogo Eli Gallardo coincide con Gonzalo Adán en que unos comicios autonómicos no son extrapolables al resto del Estado, no tanto por las particularidades de Madrid como capital, sino por las características del sistema político de las Islas.

De hecho, recuerda Gallardo, «pese a las previsiones de castigo al gobierno estatal, el PSC fue el partido más votado, con el ministro de Sanidad saliente como candidato. La política catalana se ha cerrado en sí misma y toda elección parece una huida hacia adelante en torno a las posturas de la mayoría respecto de la idea abstracta de independencia».

En este sentido, Madrid el caso ha sido el contrario. Según el politólogo, «se han enfrentado dos modelos, en un contexto de pandemia y de auge de la alt-right en todo el mundo, con una normalización de las formas irracionales de enfocar la política desde Trump. Ayuso ha trascendido a Casado, a VOX e incluso al PP. Es un icono 'de lo que no se quiere'; es un voto contra el modelo Sánchez, otrora ejemplo de resistencia para llegar al poder».

Finalmente, Eli Gallardo hace hincapié en la figura de Isabel Díaz Ayuso, como una figura de los nuevos tiempos: mujer joven, de mensajes claros y que enerva al adversario hasta dibujar ese 'modelo-contra'. «Muchos veían en Marga Prohens un ejemplo de ese liderazgo de los nuevos tiempos, y de ahí que probablemente quieran explotar su impulso madrileño en Balears», augura.

Mientras, Llorenç Soler, politólogo y miembro del portal web Passes perdudes, llama la atención sobre la participación histórica en los comicios del día 4. «Todo el mundo apuntaba a que la movilización de los barrios del sur de la capital beneficiaría a los partidos de izquierdas, pero no ha resultado así. Ni son el llamado 'cinturón rojo' ni desde luego un feudo socialista por los resultados. Existía una derecha desmovilizada en esas barriadas obreras que ahora ha despertado».

Sobre extrapolar los resultados al resto del Estado, Soler muestra cautela, porque ni la realidad política ni social de Madrid se asemejan al resto de comunidades. «Entiendo que Pablo Casado aproveche el fenómeno madrileño para lamerse las heridas de anteriores resultados y animar a votantes desencantados, pero de ahí a decir que llegará a la Moncloa...».

Centrándose en Baleares, el politólogo de Passes perdudes apunta a que la coalición de izquierdas parece gozar de buena salud, aunque el PP podría adoptar el discurso de Ayuso sobre las restricciones sanitarias en su propio beneficio, pero se pregunta si «el PP de las Islas tiene la habilidad y el perfil político adecuado al mando del partido para asimilar este discurso populista en su beneficio».