Los constructores y los sectores de actividad vinculados acusan desde hace meses un problema de falta de materias primas, así como un encarecimiento de estos productos.

TW
2

La construcción ha sido de los pocos sectores que no se ha paralizado durante la pandemia y, además, es uno de los que ha tirado de la reactivación. No se trata de una dinámica propia de Balears, sino mundial. Sin embargo, tanto la construcción como múltiples sectores vinculados tienen problemas de suministro por la falta de materias primas, cuya fabricación sí que se paralizó durante la pandemia.

Esta situación provoca retrasos en las obras, tanto públicas como privadas, así como un encarecimiento del producto final. Y es que no solo hay escasez de materiales sino que su coste se ha incrementado de forma considerable. «Hay más demanda que oferta», reconoció la gerente de la Asociación de Constructores de Balears, Sandra Verger.

En el último año se han registrado subidas de precios que superan el 100 %, caso del cobre. La madera se ha encarecido un 30 %, al igual que el acero; el acero corrugado, un 78 %; el aluminio, un 56 %; las mezclas bituminosas, un 85 %; y los tubos de PVC, un 70 %. Estos incrementos no estaban presupuestados en la mayoría de obras, por lo que ahora se deben renegociar los precios con los promotores. «En algunos casos son más flexibles que en otros», explicó Verger, quien admitió que la situación es complicada y preocupante. «Prevemos que precios seguirán subiendo», indicó.

Presupuestos

Un dato que revela esta volatilidad e incertidumbre es que los proveedores de materias primas elaboran presupuestos para las empresas de construcción y otros clientes con una vigencia máxima de siete días. Lo habitual es que abarquen un período de entre 30 y 90 días. «Esto dificulta mucho realizar un presupuesto por parte del constructor», aseguró la gerente de la patronal, quien también indicó que el retraso en la llegada de los materiales complica el cumplimiento de los plazos.   

Verger recordó que muchos contratos de obra, tanto pública como privada, pueden establecer penalizaciones si no se cumplen los plazos de entrega. Sin embargo, «por el momento no se aplican, ya que no son imputables a las empresas sino que los retrasos se deben a terceros», concluyó.

Cabe señalar, de todos modos, que el problema de la escasez de materias primas no afecta solo a los constructores. Sectores como la madera, carpintería metálica, fontanería y venta de electrodomésticos y chimeneas, entre muchos otros, se encuentran en la misma situación. Algunas obras se han tenido que entregar con hasta tres meses de retraso porque faltaba alguno de estos materiales.

Pese a la dificultad en el día a día que supone esta carencia, desde la Asociación de Constructores no tienen constancia de que se haya paralizado ningún proyecto por el momento. Sin embargo, sí que ya se ha trasladado este incremento de precios de materias primas al consumidor. Esto provocará que el precio de la vivienda aumente aún más en Balears. Supondrá un factor más que contribuya a su encarecimiento.

Energía

Por otra parte, los constructores y el resto de sectores vinculados se encuentran con un problema añadido. La escalada del precio de la luz desde mediados de verano supone otro coste añadido que deben sufragar las empresas.

Ante esta situación, la patronal reclama reformas normativas y medidas dirigidas a implantar la revisión de precios, tanto en obra pública como privada, así como establecer mecanismos de prórroga en los plazos de ejecución de los contratos. Se trata de una reivindicación compartida por la Confederación Nacional de la Construcción, que llegó a advertir que en algunos casos es preferible abandonar una obra o proyecto que asumir un aumento de hasta el doble de los costes.