Balears recibió este lunes el primer envío de las vacunas infantiles. | R.L.

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Los pediatras de Baleares cierran filas entorno a la estrategia de vacunación infantil contra la COVID-19 que se llevará a cabo en las Islas. La Sociedad de Pediatría Balear (Sopeba) y la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de las Islas (APAPIB) emitieron ayer un comunicado conjunto para mostrar públicamente su apoyo a la vacunación infantil. «Creemos que los efectos directos e indirectos, inmediatos y a largo plazo de la vacunación con toda la información disponible hasta este momento, aportan un balance beneficioso tanto para los niños, como para toda la sociedad, teniendo en cuenta la situación epidemiológica actual, con un aumento progresivo de contagios, especialmente en la población infantil no vacunada», concluyen ambas entidades. Con todo, aseguran ser conscientes y entender que «algunos profesionales, familias o parte de la sociedad esté preocupada o pueda tener dudas a la hora de vacunar a los niños». Asimismo, dejan claro que la estrategia que se va a seguir, priorizando a los menores de mayor riesgo, les parece «la más adecuada» y transmiten «un mensaje de confianza en nuestro sistema de salud».

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Beneficios

Las dos asociaciones de pediatría aseguran que los efectos «beneficios» de la vacunación de los menores de entre 5 y 11 años son tanto directos como indirectos. En este sentido, detallas que el beneficio directo «pasa por disminuir la infección y los casos de enfermedad grave, pero también por disminuir los efectos a largo plazo que se han observado, aunque no estén bien cuantificados todavía, como la COVID-19 persistente».

En cuanto a los efectos indirectos a favor de los menores vacunados, se refieren al hecho de «permitir una mayor normalización de su vida social, familiar, escolar, de juego, deporte e interacción social». Recuerdan, así, el impacto importante en la salud de niños y adolescentes, especialmente en la salud mental, de las medidas de restricción social. Por ello, confían en que cuando las condiciones epidemiológicas lo permitan, las autoridades sanitarias y políticas, tomen medidas que disminuyan las actuales restricciones sociales que afectan a la infancia. Por último, señalan que si bien la COVID-19 es «una enfermedad en general leve» en la infancia, también provoca casos graves. En Balears, según indican, desde el inicio de la pandemia han requerido ingreso en el hospital 197 niños contagiados, de los que 14 han ingresado en la UCI.