El Tribunal de Apelación de Gante ha confirmado este martes la decisión inicial de los jueces belgas de no extraditar al rapero mallorquín Josep Miquel Arenas, conocido como Valtonyc. | Youtube: Europa Press

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El Tribunal de Apelación de Gante rechazó este martes la entrega a España del rapero Josep Miquel Arenas, alias Valtònyc, por un delito de amenazas, tras haber descartado ya los delitos de injurias a la Corona y enaltecimiento del terrorismo por los que también le reclama la justicia española.

«No hay extradición por ninguno de los tres casos», declaró a la prensa el abogado Simon Bekaert tras conocer la sentencia, que confirma la decisión en primera instancia.

La Fiscalía podría, no obstante, recurrir el dictamen en casación como último recurso.

«¡Victoria! Después de tres años de procedimientos legales, un desvío al Tribunal de Justicia de la Unión Europea y al Tribunal Constitucional belga, el Tribunal de Apelaciones resuelve que Valtonyc no puede ser extraditado», ha anunciado su abogado Simon Bekaert, en Twitter. «Un buen día para la música y la libertad de expresión», ha remachado.

Según fuentes jurídicas, la negativa a entregar a Valtonyc a España abarca los tres delitos por los que fue condenado porque el Tribunal de Apelaciones ha estimado que no son ofensas penales en Bélgica. La Fiscalía puede recurrir este fallo en las próximas 24 horas y agotar la vía legal acudiendo al Tribunal de Casación, que estudiaría cuestiones formales durante el proceso judicial sin entrar al fondo. Fuentes fiscales han indicado que esperarán a conocer el texto íntegro de la sentencia, que será notificada a las partes esta misma tarde, para decidir si agotan el 'iter' judicial.

La entrega del rapero, que huyó de España en junio de 2018, ya fue rechazada en primera instancia. Saltó entonces a la segunda, un proceso que se ha dilatado más de un año y donde el juez de Gante elevó al Constitucional belga el caso de los ataques al Rey. El magistrado se aferró a la ley belga de 1847 que protege la figura del monarca, pero el alto tribunal la declaró inconstitucional al considerar que colisiona con la libertad de expresión y «no satisface una necesidad social urgente y es desproporcionada con el objetivo de proteger la reputación de la persona del Rey».

Este fallo fue celebrado como un triunfo por los abogados de Valtonyc, que lo consideraron un espaldarazo a su caso y señalaron que su situación puede acabar impulsando cambios legales en el ordenamiento jurídico de Bélgica. Durante todo el proceso, la defensa de Valtonyc se ha mostrado segura de que siguiendo los estándares europeos no hay margen para que su cliente sea entregado a España.