Es el principal municipio de la Isla con 1.086 visados de obra, un 68 %. La edificación de viviendas sociales derivadas del Ibavi ha sido el motor de esta tipología de edificaciones en Mallorca.    | M. À. Cañellas

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La construcción ya ha conseguido lo que todo el mundo persigue: salir de una vez de la pandemia. El coronavirus interrumpió en 2020 la tendencia al alza que se llevaba experimentando en los cinco años anteriores, pero la recuperación en 2021 ha sido casi total y el sector retoma el volumen de actividad donde lo dejó: registra las mismas cifras que antes de la crisis sanitaria. Así lo reflejan los datos presentados ayer por el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Mallorca (COAAT): 2.771 visados de obra nueva el año pasado, solo uno menos que en 2019. El número de permisos para viviendas unifamiliares incluso ha sido más alto (1.182 por 1.171 hace tres años).

«El nuestro es un sector privilegiado que ha seguido manteniendo la actividad. No hemos sufrido gravemente la pandemia», explica el presidente del COAAT, Luis Alfonso de León. «Eso no quiere decir que no hayamos sufrido los incrementos de precios en transporte y materiales o la falta de suministros». Con todo, el balance no puede ser negativo, dado el contexto de    crisis económica global vivido. Es más, la caída de 2020 fue solo del 20 %, con lo que justo en el peor momento de la pandemia incluso se superaron las cifras de 2018.

Por otro lado, Palma es el nicho claro de las viviendas unifamiliares (1.086, un 68 % del total de Mallorca), con zonas como el Polígono de Levante o Archiduque Luis Salvador como ejemplos más claros. Algo que hace de Ciutat un foco «de máxima habitabilidad». Eso no significa que el acceso a la vivienda nueva no siga siendo un problema, al menos para el comprador nacional. Es más, la tónica general sigue siendo la reforma (llega a representar un 50 % de la obra nueva), simplemente porque «el nacional no se puede permitir comprar y lo que está haciendo en la mayoría de casos es rehabilitar y tener su casa en las mejores condiciones posibles». Esa va a seguir siendo la tendencia, estima De León, al menos para los próximos cinco años.

Por contra, la construcción de unifamiliares «es un mercado al alza», especialmente las grandes viviendas de lujo y con una gran inversión extranjera, explica el secretario técnico de COAAT, Mateu Moyà. Asimismo, la calidad de las construcciones es cada vez mayor, lo que va incrementando paralelamente los precios. El auge de la vivienda de lujo, de hecho, ha sido el principal motivo del incremento de visados. De este modo, la vivienda de lujo sigue siendo la gasolina que mantiene en marcha los visados de las unifamiliares, mientras que el auge de las viviendas plurifamiliares obedece mayoritariamente a viviendas sociales del Ibavi.