Los transportistas se han manifestado este lunes en Mallorca. | Jaume Morey

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Un grupo de transportistas ha alzado la voz este lunes en Mallorca para protestar por el elevado precio del carburante. Unos 140 camiones han provocado importantes retenciones de tráfico en las entradas a Palma, coincidiendo con la convocatoria de huelga indefinida por parte de la Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías. Finalmente, tras el compromiso del Gobierno de bajar el precio del combustible a entre 40 y 60 céntimos el litro las protestas han quedado desconvocadas durante los próximos 10 días. No obstante, han advertido que si la promesa no se hace efectiva reanudarán las protestas y han asegurado que en esta ocasión contarán con el apoyo de la Federación Empresarial Balear de Transportes. Los convocantes de las protestas de este lunes defendían un paro indefinido ante la «gravísima» situación del sector, el precio de los carburantes y unas condiciones laborales «inadmisibles». La Federación Empresarial Balear de Transportes se ha desvinculado del paro; su presidente Rafael Roig ha precisado que aunque comparten las reivindicaciones, la huelga no está convocada oficialmente.

Sin embargo, los manifestantes también han expresado su malestar con la Federación Empresarial Balear de Transportes por no secundar la protesta y, tras reunirse en el hipódromo de Son Pardo. Posteriormente, se han dirigido hacia la sede de la Federación, en la calle Aragó de Palma, donde han protagonizado una intensa pitada. Los transportistas han asegurado que han realizado la protesta en coordinación con la Policía Local para no perjudicar en exceso al tráfico rodado. En este sentido, han circulado a la velocidad mínima permitida en la vía y sin pararse.

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Posteriormente, se han dirigido todos hacia Lloseta, donde estaba prevista la visita de la presidenta del Govern, Francina Armengol, y la ministra Transición Ecológica, Teresa Ribera. Durante el recorrido han circulado sólo por un carril para no entorpecer el tráfico. Sin embargo, el acto de inauguración de la planta de hidrógeno de Lloseta se ha visto alterado por la protesta de los transportistas; con una velocidad lenta y haciendo sonar continuamente sus cláxones han expresado sus críticas al encarecimiento de los combustibles. La protesta ha provocado largas retenciones de vehículos en los accesos al citado municipio.

Ante este panorama, el Govern ha pedido «cordura y responsabilidad a todo el mundo» y ha asegurado que la huelga de los transportistas «añade más problemas» y no supone una solución inmediata. El director general de Mobilitat, Jaume Mateu, ha recriminado que no había convocada oficialmente ninguna huelga en el sector de transportes de las Islas y ha lamentado que los manifestantes han perjudicado a los ciudadanos. No obstante, ha precisado que que entienden «perfectamente» los problemas del sector. También ha recordado que en la Conferencia de Presidentes del domingo, Armengol reclamó un plan de medidas directas en el sector del transporte para intentar paliar el encarecimiento de los combustibles, que se venden a unos dos euros el litro. En estos momentos, todo el mundo se pregunta hasta dónde puede llegar el precio del combustible, pero la guerra entre Rusia y Ucrania no es el único factor que influye.