En Baleares ya estaban prohibidos los plásticos de un solo uso, como platos o cubiertos, algo que también recoge la ley que acaba de aprobar el Congreso para toda España. El objetivo es generar menos plástico. | Pere Bota

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Los supermercados que superen los 400 metros deberán tener al menos un 20 % de su espacio destinado a la venta de productos a granel o que sean envases reutilizables que podrá llevar el comprador. Los clientes podrán llevar táperes, bolsas y botellas para meter allí las compras a granel y no usar bolsas de plástico. Esta obligación será efectiva en nueve meses ya que está recogida en la ley de residuos que acaba de aprobar el Congreso de los Diputados. Se trata de una norma que complementa a la que ya está en vigor en las Islas y que, en algunos aspectos, va incluso más allá de lo estipulado en Balears.

Una de las medidas que afectará de forma directa a las Islas es un nuevo canon que se aplicará a la incineración o al vertido. La ley balear ya creaba un canon de estas características que deben pagar los ayuntamientos o los grandes productores de residuos que llevan la basura directamente a Tirme. La afectación viene del hecho de que el canon estatal es más alto que el balear, lo que implica un aumento fiscal para los ayuntamientos, que muy probablemente repercutirán en los ciudadanos.

La entrada en vigor de la ley supondrá un aumento del canon y la única ventaja para las Islas es que será el Govern quien cobre este impuesto porque ya lo tenía creado. El texto inicial de la ley suprimía estos impuestos autonómicos y dejaba toda la gestión en manos del Gobierno, que después cedía el dinero a las comunidades. El texto se modificó gracias a una enmienda del senador Vicenç Vidal y ahora deja en manos de las comunidades la gestión de este impuesto.

La ley estipula que todas las localidades de más de 5.000 habitantes deberán implantar hasta    junio de este año la recogida selectiva de materia orgánica. Esta medida ya se aplica en la mayor parte de los municipios de la Isla pero sigue estando pendiente en algunos barrios de Palma. El objetivo es que en el año 2025 ya se recicle el 55 % de los residuos y que esta cifra aumente hasta el 65 % en el año 2035. También señala que los vasos y recipientes de alimentos para consumo inmediato deben reducirse un 50 % en tres años y hasta un 70 % en 2030.

Depósito y retorno

La ley recoge una de las propuestas que pretendía implantar el Consell de Mallorca en la anterior legislatura: el sistema de depósito y retorno de los envases, Este sistema se puede conseguir, por ejemplo, con la instalación de unas máquinas que devuelven dinero a quien deposite en ellas los envases retornables. La ley balear también prevé este sistema, que aún no se ha puesto en marcha en Mallorca. Por último, el texto aprobado por el Congreso incluye también la creación de un impuesto a los envases plásticos que no sean reutilizables.   

El apunte

Polémica por el presupuesto para el transporte de los residuos

Uno de los aspectos que ha generado más polémica de la ley es la inesperada modificación en el Congreso del texto que se aprobó en el Senado. El senador Vicenç Vidal logró que se incorporara una enmienda aceptada de forma mayoritaria en la que se obligaba al Gobierno a incluir una partida en los Presupuestos de cada año para compensar el coste del traslado a la Península de los residuos que no se tratan en las Islas. Esta propuesta desapareció con los votos a favor del PSOE y Podemos cuando el texto se votó en el Congreso.