Los médicos, durante una manifestación reciente en la imagen, alertan ahora de «posibles errores» en los diagnósticos por el exceso de pacientes. | Jaume Morey

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Los médicos de Atención Primaria advierten de que la sobrecarga diaria de pacientes pone en riesgo su función de diagnosticar y tratar al enfermo. La falta de recursos de los centros de salud se ha agravado con la pandemia, no hay facultativos suficientes y crece el número de pacientes. El desgaste y la saturación empeoran todos los escenarios. Así lo reconoce el presidente del Sindicato Médico, el doctor Miguel Lázaro: «Dedicamos menos tiempo a los pacientes y eso genera un contexto de riesgo en las funciones, además de malentendidos y conflictos. El facultativo pretende adecuar su tiempo pero es el que es», lamenta.

En el centro de salud de Santa Catalina, el doctor Fernando García Romanos reconoce que «trabajamos con un malestar general». El experto advierte de que Balears lidera la ratio de tarjetas sanitarias por médico. «La falta de tiempo condiciona la relación, sube el riesgo de hacer un mal diagnóstico o un mal tratamiento y es el caldo de cultivo de las agresiones», explica. El también presidente de Semergen en Balears (la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria) indica que con los retrasos en las consultas, los pacientes optan por acudir a Urgencias y que además crecen las derivaciones. «Se envían más al especialista y crecen las listas de espera».

El temor parece generalizado. Desde la Unidad Básica de Salut de Establiments, el doctor Kostan Doganis advierte de que «faltan médicos y la administración debe ponerse las pilas porque es inviable estar viendo a 50 pacientes al día. Además de tener las agendas llenas, hay que atender las urgencias», dice. Así pues, con esta cantidad de usuarios «no damos una atención de calidad», resuelve. Este médico de familia hace hincapié en que «cuando Salut habla de contratación se refiere a personal sanitario y eso son administrativos o celadores… pero no médicos». En este sentido, señala que la culpa no es tanto del mercado, como se dice en la versión oficial, sino «porque no los fidelizan».

En otro centro de salud de Palma, el de Can Pastilla, la sensación se repite. «Veo a tanta gente que claro, me podría equivocar, es una pena pero es una realidad que angustia al médico en el ejercicio de su profesión», explica el doctor Vicente Reyes. «No hay nada peor que irte de tu consulta con mal sabor de boca porque crees que no has hecho todo lo que podrías», explica. «Crea mucha insatisfacción, al menos a mí, porque nunca te vas a las tres, siempre es más tarde... Terminas de perfilar cosas y muchas veces ves que no has hecho lo que querías, o como querías».

Este médico de cabecera asegura que «ése es mi estado crónico» porque no viene de ahora. «He pasado por cupos de más de 2.000 tarjetas sanitarias asignadas, es un verdadero un disparate, ahora estoy mejor pero he vuelto a ganar pacientes de nuevo», relata. El doctor Reyes también incide en que las contrataciones de las que acostumbra a hablar Salut –170 más para este año– no son de médicos porque «no hay más», y añade que de las nuevas hornadas que se forman cada año «apenas unos pocos se quedan en Primaria».

El apunte

¿Cuánto se invierte en Atención Primaria? Porcentajes que bailan o el relato sanitario

La consellera de Salut, Patricia Gómez, explicó este martes en el Parlament que en este 2022 se destinan casi 500 millones de euros a la Atención Primaria, un 25 % del presupuesto del IB-Salut. Las cifras distan de las recogidas en el reciente informe de la Federación de Asociaciones de la Sanidad Pública donde la inversión se reduce a un 12 %.    «Si se han equivocado que llamen y pidan una rectificación», señala el presidente del Sindicato Médico, Miguel Lázaro. Las cifras de Salut encajarían de incluirse el capítulo de Farmacia pero no serían correctas. «Todo esto es su relato, basta con preguntar a cualquier ciudadano qué piensa de la atención sanitaria», concluye.

Punto de vista

¿En serio?

La falta de profesionales que denuncian los sindicalistas del sector sanitario no puede convertirse en una amenaza para los pacientes. Aceptaríamos lo mismo de los arquitectos, que, por exceso de trabajo, deslizasen que a lo mejor sus cálculos de resistencia no están muy acertados y la casa se cae. No me lo creo. Estoy seguro que los médicos y enfermeras seguirán intentando hacer bien su trabajo, otra cosa es que sus gestores no hagan bien el suyo. Eso sí que lo veo posible.

Las claves
  1. Piden actualizar el plus de residencia

    Los siete sindicatos profesionales que integran Unisep acudieron este martes al Parlament invitados por el PI porque interpelaban al Govern para que incremente la cuantía del complemento de residencia como una medida para fidelizar a los trabajadores públicos.

  2. Las Urgencias de Son Llàtzer, al completo

    Este martes a mediodía se produjo de nuevo una escena de saturación en el servicio de Urgencias del hospital Son Llàtzer con 38 personas sin poder subir a planta. Los profesionales advierten de un incremento sostenido de pacientes COVID desde Semana Santa.

  3. Médicos sin título homologado

    Más de 200 médicos ejercen en Balears sin tener una titulación homologada. Son las últimas cifras oficiales pero auguran que puede ser más. «Esto no pasa en otras comunidades, pero aquí no hay incentivos para que quieran venir», explica el doctor Lázaro.