Vicenç Thomàs, con Rosario Sánchez. | M. À. Cañellas

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Los Presupuestos del Govern para el año que viene incluyen una partida de casi 100 millones de euros dentro del programa de redefinición del modelo turístico de las Islas, algo para lo que este año solo se habían reservado 8,6 millones. No es la partida más importante de las cuentas que ayer se registraron en el Parlament, pero sí es una de más significativas, ya que llega en medio de un profundo debate sobre la saturación turística de las Islas. La consellera de Hisenda, Rosario Sánchez, entregó ayer al president del Parlament, Vicenç Thomàs, el contenido de los Presupuestos para 2023, los últimos de esta legislatura y los que heredará quien gane las elecciones el próximo mes de mayo, fecha de las elecciones autonómicas.

Las grandes cifras de las cuentas ya se habían dado a conocer el día que el Consell de Govern aprobó el proyecto de ley, pero ayer se dio la información total de cómo se gastarán los 7.113 millones que tendrá el año que viene el equipo de Francina Armengol. Crece la partida de sueldos porque suben los salarios y se profundiza en el proceso de estabilización del personal, pero la partida de altos cargos y asesores de la Administración –Govern, Parlament y otras instituciones– se mantiene sin apenas cambios. Supondrá un coste global de 14,5 millones de euros, 400.000 euros más que este año.
Pero el proyecto de ley también incorpora algunas novedades en el texto que se ha registrado en el Govern.

No hay aumento de la ecotasa, algo que reclamaban Més y Podemos, pero sí hay cambios en el modelo de pago de este impuesto en lo que afecta a los agroturismos, que a partir de ahora tributarán en función de su número de estrellas, es decir, como los hoteles. También hay cambios en materia de residuos ya que aparece una partida de 8 millones de euros de ingresos por este nuevo tributo que grava a los ayuntamientos que mantengan el vertido de residuos. El Gobierno central ha creado un impuesto similar pero Balears y Madrid han llegado a un acuerdo para que sea la comunidad quien lo gestione.

El reparto del dinero por departamentos mantiene más o menos las proporciones de años anteriores. La entidad que recibe más ingresos es el IB-Salut, que el año que viene dispondrá de 2.193 millones de euros. Por departamentos le sigue la Conselleria d’Educació, que se lleva 1.139 millones de los más de 7.000 que podrá gastar el Govern el año que viene. La Conselleria de Model Econòmic es la que más aumenta su presupuesto ya que gestiona las competencias propias de turismo con esa voluntad de cambio de modelo, pero también las de trabajo, que se ven reforzadas en las cuentas del año que viene.

Afers Socials, Medi Ambient y Mobilitat son, por detrás de Educació, los departamentos con más dinero y eso se explica por la apuesta táctica del Govern para el año que viene: más inversiones en materia de vivienda, con más de 800 viviendas en construcción el año que viene; nuevas líneas de tren, comenzando por el metro al Parc Bit y la prolongación del tren entre Manacor y Son Carrió, y un impulso decidido a las políticas de dependencia para agilizar el proceso de concesión de las ayudas en un momento en que las familias lo están pasando mal.

La opinión

La consellera de Hisenda aseguró que este último Presupuesto de la legislatura es el de la estabilidad, «con una senda expansiva de refuerzo de los servicios públicos». También destacó el papel de las administraciones ante la crisis «para hacer todo lo posible para que las economías no se detengan». Los Presupuestos comenzarán a tramitarse ahora en el Parlament y los partidos de la oposición ya han anunciado que presentarán enmiendas a la totalidad ya que no están de acuerdo con las cuentas. Está previsto que el Parlament de el visto bueno a las cuentas justo antes de las fiestas de Navidad.