Muchas personas no pueden pagar el alquiler o la hipoteca de un piso en solitario y tienen que compartir casa. | @ pch.vector

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El acceso a la vivienda en Balears se ha convertido en una auténtica odisea y a muchas personas no les está quedando más remedio que compartir casa. Los precios de venta están por las nubes y hay muy poca oferta disponible; el coste mensual del arrendamiento es incluso superior al de la hipoteca. Ante esta situación, los expertos consultados auguran un boom del alquiler de habitaciones durante 2023. «La demanda de pisos compartidos en las Islas se incrementará el próximo año porque la gente no tiene otras alternativas», ha asegurado la presidenta del Colegio y la Asociación de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Balears, Natalia Bueno. A su modo de ver, «la vivienda es uno de los problemas más importantes que tienen los baleares».

En este sentido, ha argumentado que en el Archipiélago es prácticamente imposible encontrar un alquiler por menos de 600 euros y ha destacado que hay personas que cobran unos 1.000 euros mensuales; en el caso de las pensiones incluso es inferior. «Cuando le dices a un cliente que el alquiler costará de 800 euros mensuales para arriba y te responde que no pueden pagarlo, le aconsejas que arriende una habitación o una casa compartida». Sin embargo, Bueno ha reconocido que no es partidaria de esta opción y ha reclamado que haya más facilidades en Baleares para hacer edificios de coliving (un espacio compartido en el que vivir con otras personas, cada uno tiene su habitación pero se comparten espacios comunes).

El director de estudios y portavoz de Pisos.com, Ferran Font, también comparte que se incrementará la modalidad de habitaciones o inmuebles compartidos en las Islas. En su opinión, se está produciendo porque «se está reduciendo de manera drástica la oferta de alquiler disponible en Palma y está aumentando la demanda». Además, ha advertido que «este desequilibrio entre oferta y demanda lo que hace es incrementar los precios y esto impacta más en los que tienen menos recursos económicos: las familias que pasan por dificultades o los jóvenes que tienen que emanciparse». En el caso de estos últimos, ha argumentado que generalmente no pueden acceder a un piso de alquiler, por su elevado coste en relación a sus ingresos, y tienen que recurrir a compartir.

En este punto, Font ha informado que en el portal que tienen específico para pisos compartidos (pisocompartido.com) han detectado que «se traslada parte de esa presión de la demanda del mercado de alquiler genérico al de habitaciones compartidas». No obstante, ha precisado que la opción de vivir con otras personas no suele ser la primera, sino que se escoge finalmente por la imposibilidad de hacerlo solos por su situación económica».

Los baleares se resisten a compartir piso

El director de estudios y portavoz de Pisos.com ha puntualizado que Baleares no está entre las 10 comunidades con más oferta disponible de pisos compartidos; ni Palma, entre las 10 capitales. Madrid y Cataluña aglutinan cada una de ellas un 22 % de la demanda de toda España. En el caso de las Islas se trata de un 2,5 %, por lo que está lejos de las dos regiones que lideran esta modalidad. En relación a las ciudades, Madrid concentra un 18 % del total; Barcelona, un 17; y Ciutat, un 1,6 %. Aunque la capital balear aún tiene poco alquiler compartido, Ferran ha señalado que «la demanda ha ido creciendo por las dificultades para acceder al mercado del alquiler, especialmente por parte de los jóvenes que se emancipan. Además, hay una generación que supera los 30 años y siguen compartiendo vivienda porque no pueden acceder a un arrendamiento en solitario o a comprar».

Esta opinión no es compartida por la directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa, María Matos, que ha asegurado que «Baleares sí se encuentra en las primeras posiciones del ranking de más demanda para alquilar viviendas compartidas, junto a Barcelona, Madrid, y Bilbao, en relación a la dimensión territorial». Sí coincide con el resto de expertos en que «la situación es muy preocupante, ya que el desequilibrio entre oferta y demanda de esta comunidad es muy pronunciado».

Una de cada cuatro habitaciones compartidas se alquila en menos de 24 horas en Palma

El portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, ha subrayado que «una de cada cuatro habitaciones en piso compartido en Palma se alquila en menos de 24 horas. Se trata de un dato superior a la media nacional, que es del 21 %; pero está por debajo del alquiler de cuartos en otras capitales de provincia como Alicante, Málaga, Barcelona o San Sebastián». En este punto, ha añadido que «el mercado de habitaciones en régimen de arrendamiento en piso compartido está estrechamente ligado al de viviendas en alquiler, que vive un gran problema de oferta y disponibilidad de producto. Un escenario como este, en el que hay mucha gente buscando y pocas habitaciones disponibles, genera ansiedad entre los inquilinos que tienen que someterse a auténticos castings en competición con decenas de personas igual o mejor cualificados que ellos y los perfiles más vulnerables son los primeros descartados».

«Por el momento, no se perciben estímulos que hagan prever que esta tendencia vaya a cambiar en los próximos meses, por lo que posiblemente durante 2023 sigamos viendo cuartos que duran muy poco en el mercado y situaciones críticas de estrés entre muchos inquilinos», ha augurado.

Precios por las nubes

Por su parte, el director de estudios y portavoz de Pisos.com ha concretado que el precio medio de una habitación en alquiler en la capital balear es de 408 euros mensuales (un 5,8 % más que el año anterior). Se trata de la cuarta capital más cara del Estado; por detrás de Barcelona, Madrid y Donostia. Por su parte, el portavoz de idealista ha puesto de manifiesto que «los estudios en Palma son de media un 94 % más caros que las habitaciones en piso compartido. Por tanto, aquellos inquilinos que quieren vivir solos, al ver que por precio no pueden acceder a arrendar un estudio u otras tipologías más caras, se decantan por el mercado de cuartos aumentando así una demanda ya de por sí potente».

Perfil de los demandantes

Respecto al perfil de los demandantes de pisos compartidos, Font ha apuntado que el 56 % son mujeres y un 44 % son hombres. Por franjas de edad, los que tienen entre 26 y 35 años son los que más se decantan por esta modalidad de vivienda; representan un 40 % del total. «Probablemente tenga importancia el hecho de que en Baleares hay mucha actividad turística», ha razonado. En relación a los requisitos que se piden a estos inmuebles, ha destacado que una de ellas es que tenga ascensor, lavadora, internet y televisión.

Propietarios reacios

Preguntado por si los propietarios son reacios, el director de estudios y portavoz de Pisos.com ha respondido que está disminuyendo la oferta disponible porque ven «la ausencia de un marco regulatorio estable, la legislación que topa un 2 % la actualización del precio del alquiler estable, etc.». En el caso de los pisos compartidos, ha destacado que no se está produciendo una reducción de la oferta en los mismos términos, que «suele ser bastante estable, aunque habrá que ver cómo evoluciona en 2023 por ese desequilibrio importante entre oferta y demanda». La presidenta del Colegio y la Asociación de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Baleares también ha asegurado que los propietarios son reacios a esta modalidad de alquiler.