Los propios alumnos del centro han construido la mesa en la que se monta el brazo robótico. | Pere Bota

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Solamente tienen 17 años, pero se mueven por el taller de soldadura como profesionales con años de experiencia. Mientras su tutor, Joan J. Juan Salom, atiende a este medio, Miquel Oyarzun y Joan Miquel Garí, alumnos del ciclo formativo de grado medio de Mantenimiento Electromecánico, ponen a punto la ‘joya’ con la que trabajan este curso en el taller del IES Politènic de Palma. Se trata del primer brazo robótico multifunciones disponible en Balears. «Fuera de España se usan mucho, sobre todo en automoción, pero aquí todavía no se ven», apunta el profesor.

El centro ha recibido el robot y la máquina de soldadura que lleva acoplada, valoradas en 50.000 euros, tras presentarse junto a otros tres centros españoles a una convocatoria del Ministerio de Educación financiada con fondos europeos. El robot, continua Salom, no funciona mediante una programación basada en introducirle datos, sino que el operario es el que le «enseña» qué tiene que hacer. La practicidad de la máquina es que el alumno aplica sus conocimientos de soldadura para que ésta trabaje más rápido.

«Ya no queda tanta gente que sepa soldar con mucha precisión porque es complicado; por eso, el brazo es muy útil», comenta Oyarzun, que confiesa haber empezado el ciclo pensando que era de automoción. Es algo común, precisa su profesor, que recomienda informarse bien antes de matricularse. Sin embargo, el joven asegura que le encanta soldar y se ve trabajando en el sector.

De hecho, la inserción laboral de los alumnos que estudian este grado es del 100 %, asegura Salom, pero tienen pocos alumnos para la gran demanda que solicitan las empresas. «En segundo contamos con cinco alumnos y hay 30 empresas que precisan de operarios formados en esto», añade. Los sectores interesados en esta formación son el náutico, el de ascensores, depuradoras y desaladoras. En el caso de Garí, el interés por el grado le vino por su padre, que ya tuvo a Salom como profesor y es dueño de una empresa de reparación de motores eléctricos. «Cuando acabe quiero ayudarle para innovar y que siga creciendo, pero antes mi intención es hacer las prácticas en otra empresa diferente», explica.

Los dos alumnos, junto a su compañero Marcos Llaneras, de 18 años, han sido los seleccionados para representar a su centro en la competición que los cuatro centros presentados a la convocatoria celebrarán el 7 de febrero en Tarragona. Se dividirá en dos jornadas: en la primera, los alumnos competirán con uno de estos brazos robóticos; en la segunda, en grupos mezclados de estudiantes procedentes de los cuatro institutos, tendrán que poner a prueba sus conocimientos. Antes de que acabe el proyecto, el día 17 del mismo mes, los alumnos del Politècnic harán un cuaderno de videotutoriales con doce maneras diferentes de soldar.  Salom asegura que también están interesados en dar a conocer estos robots a las empresas.