El Govern ha decidido aplicar más medidas redistributivas en los Presupuestos de este año de forma que desde el 1 de enero quien compre una mansión de más de un millón de euros pagará más impuestos y quien compre un piso de hasta 270.000 euros pagará menos. | R.L.

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El ‘boom’ de compras inmobiliarias, la subida del precio de la vivienda y el auge de las compraventas de grandes villas y mansiones en Balears dejan consigo unos ingresos tributarios de récord en la Comunitat. El Govern cerró 2022 con una recaudación milmillonaria nunca vista hasta entonces gracias, en esencia, a la recuperación de las compraventas de pisos y, sobre todo, de las viviendas de lujo, que además tienen una presión fiscal muy superior a la de una vivienda media. El impuesto de transmisiones patrimoniales dejó el año pasado en las arcas de la Comunitat 812,28 millones de euros. El año anterior, la recaudación fue de 688 millones de euros, lo que supone que los ingresos aumentaron un 18 %.

Sin embargo, para entender la magnitud de la cifra del año pasado, basta con retroceder un año más y mirar con detenimiento los datos del año 2020. Ese año, el Govern recaudó con todos sus impuestos un total de 845,38 millones de euros. Dos años después, solo con el impuesto de transmisiones patrimoniales, la recaudación fue de 812,28 millones. Es decir, con un único impuesto se recaudó prácticamente lo mismo que con todos en 2020. También hay que tener en cuenta que ese fue el año de la pandemia y gran parte de la actividad económica estuvo paralizada por lo que apenas se recaudó dinero con otros impuestos, como la ecotasa.

El balance final de recaudación del año pasado, solo en impuestos propios y sin contar el IVA y el IRPF, suponen una ingresos globales de 1.463,29 millones de euros, de los que más de la mitad corresponden al impuesto de transmisiones patrimoniales. El Govern recaudó 277,4 millones más que en 2019, es decir, los ingresos aumentaron un 23 %. Los ingresos han sido muy superiores a los que se previó en los Presupuestos de la Comunitat. De hecho, el Govern recaudó el año pasado más dinero del previsto en todos los impuestos que dependen de él, pero en el caso del impuesto vinculado a la actividad inmobiliaria los ingresos aumentaron nada menos que un 51 % con respecto a la previsión inicial: Hisenda calculó que ingresaría 537 millones y recaudó finalmente 812 millones.

¿Qué pasará en 2023?

Los expertos calculan que el aumento de los tipos de interés puede provocar el año que vienen una caída en la actividad inmobiliaria de hasta un 30 %. Sin embargo, tampoco se espera una contención de los precios, que seguirán al alza. Eso significa que los ingresos por este concepto pueden mantenerse estables. La Conselleria d’Hisenda ha hecho unas previsiones prudentes y ha calculado unos ingresos de 798 millones, es decir, ligeramente por debajo de lo que ingresó durante todo el año pasado a pesar de que hay una subida fiscal para la compra de viviendas de lujo.