Alfonso Robledo, en una imagen de archivo. | Jaume Morey

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La nueva medida del Gobierno ha suscitado una gran indignación entre los restauradores, panaderos y pasteleros de Balears. El presidente de Mallorca CAEB Restauración, Alfonso Robledo, ha asegurado que se trata de competencia desleal, ya que estas personas no tendrá que pagar impuestos, como sí hacen los empresarios que tienen negocios relacionados con la alimentación.

En este sentido, ha expresado sus dudas de que los escasos inspectores con los que cuentan las Islas puedan garantizar el cumplimiento de la normativa para asegurar la correcta elaboración de estos productos. Además ha puesto de manifiesto su temor a que la venta de alimentos elaborados en viviendas pueda derivar en un problema sanitario.

Por su parte, el gerente de la Associació de Forners i Pastissers de Balears, Pep Magraner, ha considerado «un poco forzado que se tenga que regular una actividad clandestina», ya que ha reconocido que actualmente ya se están vendiendo en las Islas productos elaborados en domicilios privados. A su modo de ver, «es ilógico que se tenga que regular esta actividad». La Conselleria de Salut ha convocado a los sectores afectados para explicarles la aplicación de esta nueva normativa en el Archipiélago balear.