El conseller de Educació, Martí Martí, hablando con docentes críticos con la LOMLOE en una protesta el año pasado ante el Parlament.

El conseller de Educació, Martí Martí, hablando con docentes críticos con la LOMLOE en una protesta el año pasado ante el Parlament. | Kike Oñate | PALMA

Kike OñatePalma07/02/23 18:11
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Més per Mallorca y Podemos han aprovechado el anuncio de protesta por parte de los sindicatos educativos para reclamar mejoras laborales entre los docentes y presionar a su socio de gobierno, reclamando al conseller socialista de educación, Martí March, que atienda ya a las reclamaciones del sector sindical. La Junta de Personal Docent no Universitari de Mallorca, que integra a todas las organizaciones sindicales, ha informado este martes de que se manifestarán el 22 de febrero ante el Consolat de Mar y han reclamado reprender la negociación del Acord Marc.

Ante esto, Més ha emitido un comunicado exigiendo que se retomen inmediatamente las negociaciones. El diputado ecosoberanista Joan Mas 'Collet' se ha referido especialmente a reducir la carga docente y recuperar la carrera profesional. «Si queremos tener la mejor educación posible debemos contar con los mejores profesionales, y esto pasa por darles y garantizarles unas buenas condiciones laborales», según el diputado.

Desde Podemos han expresado su apoyo «incondicional» al profesorado y a los sindicatos que lo representan en la de sus condiciones sociolaborales. También su «completa disposición» como parte del Govern para favorecer la puesta en marcha inmediata de las negociaciones, con tal de conseguir avances. Por ello, «exigimos una reunión urgente de seguimiento de Pacto con el conseller d'Educació específica para impulsar los compromisos del segundo Acord Marc», según ha explicado la responsable de educación del partido, Gloria Santiago.

«La mejora de las condiciones, tanto en horario lectivo como de sueldo, es imprescindible y atiende a su labor esencial para la sociedad, así como al contexto social debido al elevado precio de la cesta de la compra o el difícil acceso a la vivienda, también por los elevados precios y la presión de los lobbys bancario e inmobiliario», según Santiago.