Un grupo de personas haciendo uso de las mascarillas protectoras. | Reuters

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Desde el miércoles cualquier persona que haga uso del transporte público ya no está obligado a llevar mascarilla. Tampoco hay que usar el cubrebocas en ortopedias, centros auditivos y ópticas. De esta forma, España da así un paso más en su lucha contra el coronavirus. La medida fue anunciada el martes por la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, y la ministra de Sanidad, Carolina Darias, donde destacaron que así se avanza en la «normalización» de la vida tras haber pasado «lo peor» de la pandemia. Sin embargo, pese a que en la mayoría de lugares ya es opcional llevarla, hay otros donde todavía es obligatoria.

Los centro sanitarios son uno de ellos. En este sector se incluyen los hospitales, centros de salud y clínicas de todo tipo. La lista comprende también centros como fisioterapias, consultas de psicología clínica, centros de reproducción asistida o logopedias. En los establecimientos sanitarios donde se dispensen medicamentos, como son las farmacias y los botiquines, también hay que seguir llevándola. En las residencias, para las personas que trabajen en ellas siempre que estén en contacto con personas residentes y los visitantes cuando estén en zonas compartidas. Y en los centros de trabajo aunque ya no lo eran, el real decreto mantiene una cláusula por la que los servicios de prevención de riesgos laborales pueden imponer las mascarillas en casos excepcionales.

A pesar de la nueva medida, la Sociedad Española de Epidemiología ha animado a no descartar su uso en determinadas circunstancias, porque sigue siendo una herramienta especialmente recomendable para las personas que presentan síntomas respiratorios compatibles con la COVID-19, la gripe, el catarro, y otras infecciones respiratorias. También lo extienden a las personas vulnerables, con mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves, como personas de edad avanzada, mujeres embarazadas y personas que tienen enfermedades cardiovasculares, cáncer o inmunodepresión, entre otros, han apuntado en un comunicado.