El Consell Econòmic i Social (CES) ha organizado en la Cambra de Comerç las jornadas ‘Transitar cap a la sostenibilitat?’. En la imagen, intervención de Carles Manera junto al presidente del CES, Rafel Ballester. | Pilar Pellicer

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La Cambra de Comerç acoge, entre este jueves y viernes, las jornadas Transitar cap a la sostenibilitat?, organizadas por el Consell Econòmic i Social (CES). Tras la inauguración de las jornadas, a cargo de Rafel Ballester, presidente del CES, y Iago Negueruela, conseller de Model Econòmic, Turisme i Treball, la primera ponencia correspondió a Carles Manera, catedrático de Economía Aplicada en la UIB y consejero del Banco de España. Según Manera, «el modelo de crecimiento no se transforma en poco tiempo. No puede ser abrupto. No hay precedentes de cambios radicales tan rápidos, a no ser la transformación de la Unión Soviética en un sistema capitalista, con los resultados que todos conocemos».

Carles Manera señaló que «hay colectivos que querrían un cambio rápido y otros consideran que no hace falta cambiar nada, salvo algunas modificaciones». A partir de aquí, el consejero del Banco de España dio el dato de que «reducir a la mitad el número de turistas que llegan a Balears representaría una caída de nuestro PIB del 40 %. Debemos tenerlo en cuenta y recordar que la caída del PIB durante la pandemia de 2020 fue del 21 %, según el propio CES».

De todos modos, Manera apuntó que «el PIB es importante como indicador, pero es insuficiente ante retos actuales como el cambio climático y sus impactos sobre el sistema financiero, lo que obliga a usar otros indicadores y métricas nuevas». Finalmente, Manera indicó que «la diversificación económica debe partir de lo que tenemos, no de lo que nos gustaría tener. No puede ser una entelequia, por lo que debemos ser realistas». Aquí, Manera dio otro dato: «El Parc Bit genera el 2 % del PIB balear, más que la agricultura».

La segunda ponencia corrió a cargo de Laura Rahola, jefa de Comunicación de la Representación de la Comisión Europea en Barcelona. Rahola destacó que «la lucha contra el cambio climático tiene sus costes, pero ¿cuál es el coste de no hacer nada? Sólo en los últimos diez años, la Agencia Europea del Medio Ambiente ha gastado 145.000 millones en actuaciones contra los efectos del cambio climático».

Otros datos aportados por Rahola fueron que «el 93 % de los ciudadanos europeos cree que el cambio climático es un problema grave y el 90 % está de acuerdo en reducir emisiones hasta llegar a 0 en 2050». En este sentido, recalcó que «el 37 % de los fondos europeos Next Generation se dedica a objetivos climáticos».

En una mesa redonda posterior participó Pau de Vílchez, presidente del Comitè d’Experts per al Canvi Climàtic de les Illes Balears, quien también aportó datos: «La descongelación del Ártico subiría el nivel del mar en 17 metros y la del Antártico lo haría en 60 metros. Una subida de la temperatura media del planeta en 1,5 grados en 2100 provocaría que el 14 % de especies estarían gravemente amenazadas de extinción. Una subida de 5 grados llevaría al 48 % de especies gravemente amenazadas. En estas circunstancias, pensar en cualquier prosperidad es irreal».

El apunte

Compatibilidad de renovables con la producción agraria

En la mesa redonda también intervino el director general de Energia i Canvi Climàtic, Pep Malagrava, quien se refirió a la ocupación de territorio por parte de las renovables: «No hay por qué perder producción agraria por la instalación de parques solares fotovoltaicos. Los parques actuales y los que se están tramitando no pierden producción agraria. Todas las instalaciones fotovoltaicas necesarias para cubrir el consumo, que debe reducirse, ocuparían el 1,4 % del territorio de las Islas».