La paciente ingresó en Son Espases en situación de «últimos días» y falleció una semana después. | ARCHIVO

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El TSJIB avala la absolución de la oncóloga acusada por los familiares de una enferma de falsificar el permiso para aplicarla una sedación terminal. La doctora ya fue exculpada por la Audiencia Provincial del delito de falsedad en documento público que mantenían los tres hijos de la enferma y por le que le reclamaban una condena de seis años de prisión.

La doctora estaba de guardia en Son Espases el 27 de agosto de 2016. La paciente habían ingresado siete días antes ya en una situación «de últimos días», según su historial clínico. A lo largo de esos días se comentó con ella y con su familia la posibilidad de aplicar en un momento dado la sedación, algo a lo que la paciente daba largas. Durante la guardia de ese día 27 el estado de la mujer había empeorado de forma drástica. Agonizaba, tenía estertores y la medicación paliativa que se le aplicaba no conseguía calmarla. En ese contexto, según la sentencia de la Audiencia, la doctora se dirigió a una de las hijas, que acompañaba a la enferma en ese momento. La resolución sostiene que «interpretó indebidamente» como consentimiento a la sedación la respuesta «no» una pregunta que espetó a la hija: «¿Quieres ver a tu madre sufrir?» Concluía: «La acusada no fue consciente, en modo alguno, de la voluntad discordante de la familia relativa a la sedación terminal de la finada».

El TSJIB rechaza anular la sentencia, tal y como pedían los familiares. Entiende que la doctora pudo sobreentender el consentimiento en base a que la hija no formuló ninguna protesta ni dijo nada cuando se inició la sedación y que la familia solo plantease su queja cuando la mujer ya había fallecido. También descarta que se pueda introducir a estas alturas un comportamiento imprudente en la actuación de la médico dado que no se llegó a plasmar esta tesis en el juicio.