Una imagen de la reunión que se ha llevado a cabo este martes.

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La polémica que surgió hace unas semanas por el supuesto cobro por subir ensaimadas en un vuelo de Ryanair en Son Sant Joan ha llegado por arte de magia, a su fin. Representantes de la aerolínea de bajo coste se han reunido con el conseller en funciones de Turisme i Treball, Iago Negueruela, y la Associació de Forners i Pastissers de les Illes Balears para explicarles que ellos nunca han cobrado «por el transporte de ensaimadas en sus aviones».

Negueruela afirmó que desde Ryanair han trasladado que sus condiciones de transporte «no han cambiado» y que «nunca se ha cobrado por llevar ensaimadas». Así, en relación a la polémica desatada, la aerolínea aseguró que lo que sucedió fue que «los pasajeros no habían contratado la tarifa para poder llevar una maleta de mano y que se les cobró por esta, y no por las ensaimadas que llevaban».

Ryanair asegura que se podrán subir una o dos ensaimadas sin coste adicional aunque se tenga contratada la tarifa más económica, que permite subir al avión solo una mochila o bolsa que quepa debajo del asiento del avión.

El gerente de la Associació de Forners i Pastissers de les Illes Balears, Pep Magraner, ha expresado tras finalizar la reunión con Ryanair: «Estamos satisfechos    por haber aclarado la situación y poder transmitir una información clara y concisa sobre su transporte, por lo que damos por zanjado el tema».

La reunión no transcurrió por los canales que Negueruela y Magraner dieron a entender, ya que hubo sus más y sus menos con el director de políticas públicas de Ryanair, David Simón, y Gala Sierra, del departamento de asuntos legales de la aerolínea. Tras cerca de dos horas y media la paz social llegó y, según parece, todos quedaron contentos, pero especialmente la compañía que preside Michael O’Leary. Las órdenes desde Dublín eran muy concretas: nada de problemas y apaciguar los ánimos.

Sorprendió, por ello, que en la rueda de prensa solo estuvieran presentes Negueruela y Magraner, ya que David Simón y Gala Sierra optaron por escucharla desde una puerta al final de la sala y no dar su versión de los hechos.

La aerolínea quería acabar con una polémica que ha mermado su imagen empresarial como compañía aérea. Durante la reunión y de cara a la galería, Magraner y Simón cortaron dos ensaimadas frente al conseller de Turisme y la directora general de Turisme, Isabel Vidal. La pregunta es saber si la probaron los ejecutivos de Ryanair.

Negueruela remarcó ante la atenta mirada de Pep Magraner que «hay que seguir trabajando en la defensa del producto local y que los viajeros puedan seguir transportando ensaimadas como hasta ahora». El conseller en funciones elogió la predisposición de Ryanair a «colaborar y que tras esta reunión se haya podido aclarar la situación, sin perjuicio para los usuarios».

Habrá que esperar al próximo incidente por el mismo tema.