La Memoria de la Fiscalía indica que el 93 por ciento de los adolescentes de Balears disponen con móvil con conexión a la red y que, de medida acceden a ellos nada más cumplir los once años. Nueve de cada diez se conecta a internet a diario y un 34,4 lo uso más de cinco horas al día. Un 84% está en tres o mas redes sociales. | R.L.

TW
19

La Fiscalía de Balears alerta de que un 34,2 por ciento de los adolescentes de las Islas tienen un uso «problemático» de internet y redes sociales, por encima de la media nacional y algo mayor en chicas y en tercero y cuarto de la ESO. La Memoria del Ministerio Público de este año aborda de forma separada el impacto de las redes sociales y los menores de edad.

El informe, elaborado por el fiscal delegado de Menores, José Díaz y la fiscal de la sección de familia, Carolina de Miguel, plantea una situación desbordada y apunta a que «el uso inadecuado y poco consciente de las redes se ha convertido en rampa de lanzamiento de actuaciones delictivas». Las diferentes memorias de la Fiscalía constatan en los últimos años un incremento del número de delitos cometidos por menores de edad, incluso por debajo de los 14 años y el aumento progresivo de la gravedad de los mismos.

En particular, el Ministerio Público, estima que, además de los delitos que tienen que ver directamente con redes sociales, los medios tecnológicos aparecen en la mitad de ilícitos cometidos por menores de edad. También apunta a un «aumento absolutamente inusitado» de ciberdelitos cometidos por menores y en otros vinculados con el uso de discursos de odio. «El pretendido anonimato y la idea de lejanía respecto de lo que se hace en las mismas no solo han supuesto un aumento de la capacidad delictiva de los menores, sino que también han llevado a un aumento claro de la victimización de los mismos».

En ese sentido, la memoria cita datos de acoso: «Haciendo uso de los parámetros más conservadores, se estima en un 22,3 por ciento la tasa de victimización de acoso escolar». Los fiscales de menores constatan además un cambio de actitudes «asombroso» en los menores y un cambio en su relación con adultos y otros menores marcadas por las nuevas tecnologías. «La falta de adecuación cultural sobre el uso y el riesgo junto al empoderamiento que la ingente cantidad de información les proporciona les convierte en víctimas fáciles de delitos así como también en potenciales infractores.

Desamparo

Uno de los ámbitos donde también han notado el impacto de las redes sociales es en los casos de desamparo de menores o de declaraciones en situación de riesgo. El Ministerio Público constata que detrás de casos de pérdida de control de los menores por parte de sus padres y tutores se encuentra el uso de nuevas tecnologías que llevan incluso a declaraciones de desamparo y a la asunción de la tutela por parte de la administración. También la Fiscalía refiere que «el uso excesivo y adictivo de las redes sociales están detrás de un elevadísimo porcentaje de absentismo escolar, de abandono de responsabilidades de cualquier tipo o de quebrantamientos de medidas en medio abierta».

El Ministerio Público alerta también de que la pérdida del principio de autoridad por parte de los adultos, también implica un aumento de delitos. «Han aumentado sin duda alguna las agresiones a los padres, a los mayores, a los profesores, a los agentes de policía o a funcionarios o profesionales médicos» cometidas por menores. La memoria apela al papel de los padres y de la necesidad de educar en el uso de las tecnologías.

El apunte

La investigación de un grupo de adolescentes que vendía desnudos a través de Onlyfans

La memoria pone como ejemplo de los problemas generados por las redes sociales la investigación llevada a cabo por la Fiscalía de Área de Eivissa por la explotación de un grupo de menores en Onlyfans. En la página, en la que se muestra contenido erótico bajo pago a quien lo sube, se descubrió la actividad de estas adolescentes que habían sido captadas para colgar fotos y vídeos sexuales. Sin embargo, el documento del Ministerio Público señala que se trata de una investigación que se ha complicado por la reticencia de las propias víctimas a hablar: «La investigación se encuentra con la dificultad de que las menores están contentas con ser captadas, en el convencimiento de que van a tener la vida de lujo que se refleja en las redes sociales». En casos menos extremos, Fiscalía cifra en un 10 por ciento los menores que han practicado sexting en las redes.