Cuando las bajas médicas que superan los 365 días, el IB-Salut las deriva al Instituto Nacional de la Seguridad Social, que prórroga la baja hasta un máximo de 180 días si el afectado puede volver a trabajar o, en caso contrario, se inicia el procedimiento para determinar la incapacidad permanente. | Marc Mestre

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Las bajas laborales de larga duración, es decir, las que superan los 365 días, se han disparado en Baleares. Así lo ponen de manifiesto los datos que ha facilitado el IB-Salut. En concreto, en el año 2019, justo antes de la pandemia de la COVID-19, se contabilizaron un total de 3.284, mientras que en el año 2023 se dispararon hasta las 4.223. Se trata de un incremento del 28,59 %.

Cabe precisar que en 2020, coincidiendo con los momentos más duros de la crisis sanitaria, se detectó un pico de 4.326 bajas de larga duración. En el ejercicio 2021 bajaron hasta las 3.891; pero desde entonces el alza es constante. Así, en 2022 se registraron 3.957 bajas de larga duración y, como se ha señalado anteriormente, en 2023 se llegó hasta las 4.223.

¿Cuál es el motivo de este incremento?

La coordinadora del gabinete de Salud Laboral de CCOO en Baleares, Marga Jiménez, atribuye este incremento a que «las empresas no cumplen los protocolos de riesgos laborales» y denuncia que «el Govern ha bajado la guardia ante las inspecciones». En relación a este último asunto, recrimina que la Conselleria d'Empresa no ha solicitado este año el refuerzo de inspectores. A su modo de ver, «la prevención de riesgos laborales ha pasado a ser un mero trámite administrativo, sin tener en cuenta lo realmente importante: la salud de los trabajadores y los riesgos a los que están expuestos». «La carga de trabajo es muy elevada en muchos casos, al igual que la presión que sufren muchos de ellos», añade.

La secretaria autonómica de Trabajo, Empleo y Diálogo Social del Govern, Catalina Cabrer, niega las acusaciones de la representante de CCOO. Por una parte, aclara que no han pedido el refuerzo de inspectores en los meses de julio y agosto porque estos estaban eran para evitar las contrataciones fraudulentas a tiempo parcial y asegura que con la reforma laboral estas irregularidades prácticamente se han erradicado; además, subraya que ya existen campañas muy fuertes durante todo el año. «No eran para cuestiones de salud laboral, ni de prevención de riesgos», insiste.

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Respecto a las empresas, Cabrer argumenta que no han detectado más denuncias por incumplimientos y subraya que «con las que con tuvieron más siniestralidad en 2023 hicimos una revisión y puesta a punto de su sistema de prevención de riesgos laborales». De hecho se muestra «satisfecha, aunque con prudencia, por la bajada de siniestralidad anual comparando datos de enero a agosto de 2023 y 2024; ha descendido además en hostelería».

Aumento de las enfermedades mentales

Jiménez asegura que gran parte de las bajas de larga duración están motivadas por problemas relacionados con la salud mental. «En los últimos años hemos detectado un incremento importante de los riesgos psicosociales», informa. En su opinión, «esto se produce por la inacción de las empresas para prevenirlas». Como prueba de ello, denuncia que «la gran mayoría de los empresarios no hacen la evaluación psicosocial, la gran olvidada, pese a ser obligatoria».

La coordinadora del gabinete de Salud Laboral de CCOO en Baleares puntualiza que la evaluación psicosocial se puede realizar de dos tipos. Una de ellos es el cuantitativo, que consiste en un cuestionario en el que se mide, entre otras cuestiones, la carga de trabajo. La otra es cualitativa y se basa en una entrevista personal. En ambos casos se tiene que garantizar el anonimato del empleado.

Hostelería y comercio, los más afectados

Jiménez detalla que los sectores más afectados por las bajas de larga duración son hostelería y comercio. Además, resalta que las mujeres también suelen verse más perjudicadas que los hombres, especialmente, a partir de los 40 años. Sin embargo, advierte que cada vez hay más jóvenes con problemas de salud mental que derivan en bajas de larga duración porque «no tienen los recursos ni la formación suficientes para hacer frente a la presión que les puede ocasionar el desempeño de su trabajo». «La indefensión que sufren los trabajadores por parte de la administración es muy grave; si las empresas aplicasen las políticas de prevención de riesgos laborales no enfermarían tanto, está demostrado», concluye la representante de CCOO.