Viviendas diseminadas en suelo rústico en Menorca, | Josep Bagur Gomila

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El decreto de simplificación administrativa que aprueba mañana el Parlament comenzó su tramitación con polémica por la legalización de viviendas en suelo rústico y la acaba con polémica por la posibilidad de aprobar urbanizaciones en zonas inundables, una medida que el Govern ya ha anunciado que cambiará la norma para impedir que se urbanicen zonas de riesgo. A la espera de ver qué pactan los partidos, el texto inicial ha sufrido modificaciones durante su tramitación. Así es como queda.

Menos disciplina urbanística para obras ilegales

Los edificios fuera de ordenación, por tanto, ilegales, no podían hacer obras de mejora con el fin de que desaparecieran con el tiempo. El PP ha aceptado una transacción de Vox para que ahora se puedan hacer obras por razones de salubridad, seguridad e higiene, incluso en suelo urbano, no solo en rústico. De facto supone una amnistía a todo lo construido sin licencia. A ello se añade que, a partir de ahora, vuelven a prescribir las obras ilegales en suelo rústico común a los ocho años y que bastará con que alguien asegure que la casa lleva ocho años en pie para que no se pueda demoler. Antes se tenía que demostrar de forma fehaciente.

Legalización de 20.000 casas ilegales en rústico

Una de las medidas más controvertidas de la norma es la legalización de viviendas ilegales construidas en suelo rústico que ya han prescrito. Los propietarios deben pagar una multa e introducir medidas de eficiencia energética para conseguir la legalización de las 20.000 viviendas que se calcula hay en esta situación. No podrán dedicarse al alquiler turístico con las excepción de las que ya lo hacen.

Supresión de la comisión de medio ambiente

Desde que entró en vigor el decreto ley, las normas urbanísticas ya no pasan por la comisión de medio ambiente, que ha desaparecido. Sus funciones las ha asumido ahora una directora general de la Conselleria d’Habitatge.

Vuelve la ubicación «conveniente» en rústico

El texto cambia la Ley de Suelo Rústico y recupera el espíritu del texto original aprobado por Jaume Matas como president, para abrir la posibilidad a que el suelo rústico acoja todo tipo de instalaciones «que contribuyan a la ordenación o al desarrollo rurales o resulten de ubicación necesaria o conveniente», lo que abre una enorme discrecionalidad. Se ha incorporado de nuevo con una transacción.

Permite hacer mansiones aún más grandes

El texto introduce la posibilidad de ampliar las viviendas en suelo rústico de 900 metros cúbicos a 1.500 metros, lo que supone pasar de un máximo de 300 metros cuadrados a un máximo de unos 500 metros. Los consells podrán decidir después de mantienen estas limitaciones o las amplían.

Construcción de viviendas en el Parc BIT

El texto que aprobará mañana el Parlament abre de nuevo la puerta a la construcción de viviendas en el Parc BIT, una posibilidad que eliminó el pacto de izquierdas para impedir que se construyera una urbanización en esta zona con la que se terminará especulando. El Govern quiere ahora que se hagan viviendas de alquiler.

El apunte

Govern y oposición negocian los cambios en las zonas inundables

El cambio fundamental que sufrirá el decreto es la imposibilidad de aprobar nuevo suelo urbanizable en zonas inundables. El Govern no quiere permitir viviendas, pero tampoco infraestructuras públicas, con la excepción de depuradoras, algo que sí se podía hacer con la legislación en vigor. El cambio se aprobará mañana aunque Govern y oposición siguen negociando el contenido exacto de la transacción que se introducirá en la nueva normativa.