Imagen de archivo de jóvenes utilizando el teléfono móvil. | Josep Bagur Gomila

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El 68,8 % de los menores de 15 años de las Illes Balears tenía en el año 2024 un teléfono móvil. Si bien puede parecer una cifra elevada, es la primera vez desde 2014 que este porcentaje disminuyó respecto al año anterior, el 2023, cuando el dato se situó en el 75,2 %, es decir, en tres de cada cuatro menores.

Esta es una de las principales conclusiones del último Obsímetro, el Observatorio Balear de la Sociedad de la Información que realiza la Conselleria d’Economía, Hacienda e Innovación, a través de la Fundación Bit, a partir de diferentes fuentes estadísticas que evidencian los cambios en los usos, los equipamientos y los hábitos digitales de los hogares baleares, de los cuales hoy hay un 97,7 % con acceso a Internet, mientras que en el 2014 eran el 78 %.

«La tendencia en la reducción del uso de teléfonos móviles dentro del grupo de menores de 15 años puede reflejar cambios en las preferencias o políticas familiares, y una mayor concienciación de las problemáticas asociadas al uso de estos dispositivos por parte de la juventud», ha afirmado el vicepresidente de la Fundación Bit y director general de Innovación y Transformación Digital, Sebastián González.

Como se recordará, en Balears nació con fuerza a finales de 2023 el movimiento parental ‘Adolescència sense mòbil’, que logró reunir a más de mil padres en tan solo 24 horas, y que ha seguido sumando apoyos, reflejando la preocupación colectiva por el adelanto progresivo de la edad a la que los niños acceden a su primer dispositivo móvil.

Otra de las conclusiones del estudio de la Fundación Bit es que el correo electrónico, mientras en el año 2014 tenía un papel principal dentro de la comunicación de la sociedad balear, hoy lo utilizan el 85,8 % de las personas, por el 93,4 % de la mensajería instantánea y el 7,6 % de las videollamadas, que van ganando terreno.

A pesar de que en un inicio el uso de las redes sociales se extendió rápidamente entre la población balear, la realidad es que, según los datos del Obsímetro, en la última década ha perdido fuerza. Si en el 2014 tres de cada cuatro habitantes hacían uso de ellas (74 %), hoy esta cifra se ha visto reducida a dos de cada tres (66,8 %).

Aun así, en otros ámbitos el uso de la tecnología está en auge, como en el caso de la banca electrónica, con un incremento del 51,3 % al 78,7 % en los últimos diez años, lo que indica un aumento significativo de la confianza y la adopción de los servicios financieros en línea, según se destaca en el informe.