Esta reveladora entrevista forma parte del primer número de 'El Foment', una publicación trimestral de 114 páginas que fue presentada este martes en Girona. El proyecto editorial ha visto la luz en un tiempo récord de apenas cuatro meses, tras el encargo realizado por Candi Granés, presidente de la Fundació El Foment, al periodista Andreu Mas para dirigir la iniciativa cultural.
En la conversación, Arenas profundiza en el profundo impacto emocional que le supuso abandonar España en 2018 para evitar cumplir la condena de tres años y medio de prisión por los delitos de injurias a la Corona, enaltecimiento del terrorismo y amenazas. El artista mallorquín vincula su difícil situación durante el exilio con sus experiencias traumáticas de infancia, cuando a los ocho años salió de una familia de adopción y creció junto a su hermana, diez años mayor que él.
Valtònyc confiesa que el exilio le provocó una profunda crisis personal y de identidad. «Era la primera vez que no podía salir solo», reconoce el rapero, quien permaneció fuera de España desde la primavera de 2018 hasta su regreso durante las Ferias de Sant Narcís de 2023, tras prescribir los delitos por los que fue condenado.
La experiencia de verse obligado a abandonar su país, alejarse de sus seres queridos y adaptarse a una nueva realidad en Bélgica sumió al artista en una depresión que le llevó a plantearse el suicidio en varias ocasiones. Su testimonio refleja las graves consecuencias psicológicas que puede acarrear una situación de exilio forzoso, especialmente para una persona con un pasado familiar complejo como el suyo.
«Para encontrarse a uno mismo, primero debe perderse», le plantea el entrevistador, a lo que Valtònyc responde con crudeza describiendo sus pensamientos suicidas durante ese periodo. Esta sincera confesión muestra la vulnerabilidad de un personaje público que, tras la fachada de artista combativo, escondía un profundo sufrimiento personal.
El abandono de la música: «Me he roto»
Uno de los aspectos más relevantes de la entrevista es la explicación que ofrece Josep Miquel Arenas sobre su decisión de abandonar la música. Con la frase «me he roto», el mallorquín resume el agotamiento emocional que le ha llevado a alejarse de los escenarios y la creación musical.
Esta decisión, anunciada en julio de 2022, sorprendió a muchos de sus seguidores, especialmente después de que el artista pudiera regresar a España tras más de cinco años viviendo en el extranjero. Sin embargo, las secuelas psicológicas de todo el proceso judicial y su posterior huida parecen haber pasado factura a su vocación artística.
La retirada de Valtonyc representa el cierre de un capítulo en la música comprometida española, donde sus letras, aunque polémicas y objeto de condena judicial, abordan cuestiones políticas y sociales desde una perspectiva crítica y directa característica del rap combativo.
¿Quién es Josep Miquel Arenas, Valtònyc?
Nacido en sa Pobla (Mallorca) en 1993, Josep Miquel Arenas adoptó el nombre artístico de Valtònyc para desarrollar su carrera como rapero. Sus letras, caracterizadas por un contenido político radical y explícito, le llevaron a enfrentarse a problemas legales con el actual diputado nacional de Vox, Jorge Campos, que culminaron en una condena de tres años y medio de prisión en 2018 por delitos de injurias a la Corona, enaltecimiento del terrorismo y amenazas.
Antes de que la sentencia se hiciera efectiva, Arenas decidió abandonar España y refugiarse en Bélgica, donde la justicia de aquel país rechazó su extradición. Durante su exilio, el rapero se convirtió en un símbolo para quienes defienden la libertad de expresión, mientras que para otros representaba los excesos verbales que traspasan los límites legales.
A lo largo de su carrera musical, Valtònyc publicó trabajos como «Residus d'un poeta» (2010), «Mallorca és ca nostra» (2012) o «Artesà» (2016), donde combinaba crítica social, reivindicaciones nacionalistas y ataques a diversas instituciones del Estado, incluyendo la monarquía. El caso de Josep Miquel Arenas generó un intenso debate en España sobre los límites de la libertad de expresión en el ámbito artístico.
Numerosos colectivos, artistas y organizaciones como Amnistía Internacional consideraron que su condena representaba una restricción desproporcionada de este derecho fundamental, mientras que otros sectores defendían que determinadas expresiones, aunque se produzcan en un contexto artístico, no pueden quedar impunes si constituyen delitos tipificados.
El caso de Valtonyc, junto con otros similares como el del rapero Pablo Hasél, contribuyó a poner el foco sobre la legislación española en materia de libertad de expresión, especialmente en lo referente a los delitos de injurias a la Corona y enaltecimiento del terrorismo, cuya interpretación y aplicación ha sido cuestionada por diversos organismos internacionales, y no tiene parangón en el resto de países de nuestro entorno.
40 comentarios
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De tres espletsEs lo más divertido que he leído ya que si algo tiene este diario no es justamente progresista, más bien al contrario. Investiga que parte tiene la iglesia en este diario…
Oh!Sa noricia en sí, ja es una bestiesa.
És un gran exemple d'heroi de la llibertat d'expressió i de la crueltat de l'exili que ha patit ell, els independentistes i els republicans espanyols. L'únic que s'ha exiliat per delictes reals és l'Emérito (i en Froilán per no acabar a la presó)
Cada cop que obri sa boca cau mes baix i resulta mes patetic.
Diari censurant, així que repeteixo. Es curiós que segons a quines noticies no es permetin comentaria i aquí es permetin un munt de bojeries.
Anónimo¿Qué la música le dejó? Pero si nunca le encontró!!!!
Jolines valtonic, das pena asquerosa con tú cuenta vidas, pero no dices como te lo pasaste en tu autoexilio.
Un gran favor a la humanidad
MargarethaSolo un apunte, el no dejó la música, la música le dejó a él
No te cortes