ECONOMÍA

Restaurantes y discotecas ajustan su actividad a la caída del gasto turístico

Contención de precios y calendarios más cortos tras la decepción de la temporada pasada

Turistas con paraguas en Palma junto a una terraza en la mañana de ayer. | T.Ayuga

TW
25

Restaurantes y discotecas están reajustando sus estrategias en previsión de una temporada en la línea a la de 2024, cuando el gasto turístico no cumplió con las expectativas generadas. Contener los precios y acortar el calendario de actividad van a ser apuestas prioritarias en ambos sectores.

La patronal de la restauración estima en un 30 % la caída porcentual en la capacidad de gasto de los turistas en los últimos cuatro años. La desaparición del ahorro embolsado durante la pandemia y el encarecimiento de vuelos y alojamiento ha redimensionado los presupuestos de los visitantes. Y la oferta complementaria lo está notando. El presidente de Restauración Mallorca CAEB, Juanmi Ferrer, explica que «la gente hace el esfuerzo para ahorrar y poder viajar, pero no tiene la misma capacidad de gasto». El sector ya está escarmentado de la experiencia del año pasado, cuando la facturación en la temporada alta se quedó lejos de la cosechada en 2023. De ahí que la idea de cara a esta nueva temporada sea la de contener los precios todo lo posible a fin de incentivar el consumo. O por lo menos, no contribuir a ahuyentarlo todavía más.

De hecho, el mes de marzo ya ha sido especialmente decepcionante en ese sentido. Sobre todo en zonas del norte de la Isla como Alcúdia o Platja de Muro, donde la facturación ha caído un 50 % con respecto al año pasado. Aunque los negocios esperaban un mes de marzo más flojo por motivos de calendario (la Semana Santa cayó en ese mes en 2024), lo cierto es que la meteorología acabó de empeorarlo todo. «El mes de marzo ha sido malo: mal tiempo y poca gente», señala Ferrer para apuntar que las fiestas amenazan con prolongar esta tendencia, especialmente si el tiempo sigue sin acompañar. «La Semana Santa son cuatro días, y si te viene un día de lluvia ya son solo tres». Más allá de estas próximas fechas, ya de cara a la temporada alta, se prevé un panorama similar al del año pasado.

Por su parte, las discotecas y locales de ocio han optado también por reajustar expectativas y logística ante la retracción en el gasto en oferta complementaria. Manteniendo los precios igual que la restauración, pero también acortando el calendario de actividad: el intento de alargar la temporada en 2024 acabó siendo un tiro por la culata. Así lo aseguran al menos desde la patronal de la Asociación de Establecimientos de Ocio y Entretenimiento (ABONE), cuyo presidente, Miguel Pérez-Marsá, considera que un calendario «realista» iría  del 15 de mayo hasta mediados de septiembre. «Nos ajustaremos a la realidad. El año pasado intentamos alargar la temporada y nos dimos cuenta de que la temporada es la que es, fue una intención quijotesca», afirma.

Las dos patronales coinciden en señalar las dificultades que tienen en sus respectivos sectores para anticipar el funcionamiento de la temporada turística. O al menos con la misma antelación que los hoteleros, quienes tienen en las reservas un buen termómetro de cómo va a funcionar el año. «Ellos pueden planificar con meses de antelación», señala Pérez-Marsá.