Eva Nogales

«Un cáncer es una célula que pierde su identidad, que quiere dividirse y consumir»

Eva Nogales, catedrática de Bioquímica, Biofísica y Biología Estructural de la Universidad de California, estuvo este miércoles en Palma invitada por el Cercle d’Economia para hablar de los secretos de nuestras células

Eva Nogales, posa antes de la entrevista | Foto: Teresa Ayuga

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La doctora Eva Nogales es catedrática de Bioquímica, Biofísica y Biología Estructural en la Universidad de California, en Berkeley. El año pasado fue reconocida con la Medalla Extraordinaria del Consejo Superior de Investigaciones Científicas al Mérito Científico. Y en 2023 fue galardonada con el Premio Shaw en Ciencias de la Vida por una investigación pionera en microscopía electrónica que dilucidó los primeros pasos de la transcripción genética. Es la primera española que logra este galardón y ya está considerada como líder mundial en esta técnica de vanguardia que está revolucionando la biología molecular. Invitada por el Cercle d’Economia, ofreció este miércoles en Palma la conferencia ‘Descubriendo los secretos de nuestras células’.

¿En qué consiste la técnica de la criomicroscopía electrónica?
—Esta técnica nos permite visualizar componentes celulares que son minúsculos y para los que usamos microscopios enormes. Analizamos computacionalmente los datos y obtenemos estructuras en tres dimensiones que nos dicen por dónde va la cadena de aminoácidos que forma una proteína, o por dónde pasa el ADN, o cómo se engancha el ARN, o cómo se une un anticancerígeno. Obtenemos información sobre cuál es su función biológica y sobre cómo funciona la célula, que es como una ciudad gigantesca donde cada uno de los componentes tiene su labor.

Se dedica entonces a estudiar el comportamiento de los que habitan en esa enorme ciudad.
—Sí, así es. Y lo hago con un componente, o dos, o unos cuantos a la vez. Los extraigo de esa ciudad y les hago una entrevista para obtener su estructura, qué forma tienen, cómo se mueven y cómo hablan unos con otros.

Su aplicación en el ámbito de la medicina es enorme.
—Claro. La biología estructural nos enseña cómo funcionan los componentes celulares y cómo han evolucionado para hacer su trabajo. También si este elemento tiene una mutación que da lugar a una enfermedad hereditaria genética, el por qué es así, qué es lo que ha ocurrido. Nos ayuda a entender estas enfermedades.

«Cualquier persona debería aprender a ser crítico y a hacer las preguntas adecuadas»

Un conocimiento muy valioso para enfrentar el cáncer.
—La enfermedad humana surge porque algo ha fallado. En el cáncer tienes células que han perdido su identidad y lo único que quieren es dividirse y consumir. Esas células, para seguir dividiéndose, necesitan una maquinaria celular. Entonces, si tú les das un fármaco que bloquea la división celular, te cargas el tumor. Y ¿cómo se diseñan o se mejoran esos fármacos? Pues una forma de hacerlo es obteniendo las estructuras de esos componentes dianas, los que te quieres cargar, y ver su superficie, qué forma tienen, qué propiedades químicas, para diseñar una molécula que encaje y que la bloquee para que no pueda hacer lo que tiene que hacer.

¿Sería un tratamiento generalizado o más personalizado?
—Normalmente, la proteína diana que nosotros utilizamos está en todas las células, en todas las personas. Suprimir su función a través de este fármaco que se adhiere y que tenga un efecto positivo en una persona o en otra, eso sí que se puede hacer personalizado. Cada vez vamos más hacia las terapias personalizadas, a analizar la genómica del cáncer, a identificar el componente celular esencial para que deje de funcionar y muera.

¿Son estas investigaciones las que le han sido reconocidas por el prestigioso Premio Shaw?
—Lo recibí por hacer estudios de los componentes celulares que se encargan de leer la información genética. El genoma está formado por una serie de cromosomas que están hechos de ADN. Ese ADN es como el libro de instrucciones de la célula. Todas tus células las del ojo, las de la piel, las del hígado, del corazón, tus neuronas… todas tienen el mismo genoma, tienen el mismo libro de instrucciones. Pero cambian dependiendo de cómo se lea ese libro, de qué capítulos se leen para producir un determinado componente. El genoma es como un océano enorme y hay que encontrar el lugar donde empieza el gen que necesitas leer.

¿Cómo se puede fomentar y atraer más talento a la ciencia?
—Los seres humanos somos curiosos por naturaleza y yo creo que nos interesa conocer cómo funciona el mundo que nos rodea. Creo que con el lenguaje adecuado o las imágenes adecuadas se puede captar el interés por la ciencia. Nos hacemos preguntas, experimentamos, y deberíamos desarrollar más el pensamiento crítico y el deseo de seguir siempre aprendiendo. Un científico es alguien que está siempre aprendiendo mientras contribuye a generar conocimiento. Cualquier persona debería aprender a ser crítico, a hacer las preguntas adecuadas y a saber dónde encontrar información, para ser capaz de distinguir la verdad de la falsedad y para tomar decisiones informadas desde todos los puntos de vista, incluido, el político.

«Somos curiosos por naturaleza y nos interesa el mundo que nos rodea»

Y a no seguir esas corrientes que atacan la ciencia basándose en bulos y en desinformación.
—Creo que en algunos casos hay intereses y que se utiliza la mentira y la falsedad con un propósito determinado que algunas personas le van a beneficiar y en otros casos es la pura ignorancia que me da muchísima pena porque hay gente que al final hace cosas que van en su propio detrimento, simplemente por pura ignorancia.

Como mujer es un gran referente para futuras científicas.
—Una de las facetas que más me gusta de salir de mi laboratorio es tener la oportunidad de inspirar a chicas jóvenes a que hagan ciencia. Porque todavía, desgraciadamente, hay una imagen de un perfil de científico de éxito, que es un hombre, blanco, de 70 años. Es importante que las mujeres nos apoyemos mucho entre nosotras, que nos entendemos y nos promocionemos las unas a las otras. Creo que cada vez somos más y vamos a seguir siendo más. Hay una cantera potencial de científicos que van a solucionar muchos de los problemas con los que nos enfrentamos y que hay que fomentarles, hay que inspirarles y apoyarles de muchas maneras, incluida la financiera.