MEDIDAS

El Govern se sube el sueldo a través del cobro de dietas en las empresas públicas

El Ejecutivo levanta la prohibición de cobrar por asistencia a los consejos de administración aunque Vox no está a favor

Segundo intento, esta vez en la ley de presupuestos. Los consellers no cobran por asistencia a los consejos de administración de las empresas públicas. Se aprobó con una enmienda de Més a la ley de Presupuestos que tuvo el apoyo de Vox. La extrema derecha dice que no está de acuerdo | Foto: M. À. Cañellas

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El Govern se sube el sueldo por la vía indirecta. Elimina en el proyecto de ley de Presupuestos la prohibición de que los consellers cobren por asistir a las reuniones de los consejos de administración de las empresas públicas y de esta manera abre la puerta a que los consellers ganen de nuevo entre 100 y 600 euros por cada reunión de las empresas a la que asistan. El texto debe ratificarlo ahora el Parlament para que entre en vigor de manera definitiva.

Esta prohibición de no cobrar dietas no existía en las anteriores legislaturas y los consellers cobraban por asistencia a los consejos de administración, aunque no todas lo pagaban. Las cobraban los miembros del Govern que asistían, por ejemplo, a las reuniones de Abaqua, SFM, Ports de les Illes Balears o la Autoritat Portuària, entre otras, pero quedaron prohibidas a través de una enmienda de Més a los Presupuestos de 2024 que contó con el voto de los partidos de izquierda a la que además se sumó Vox.

Artículo 18 de la ley

El proyecto de ley que ha aprobado el Govern –y que ya está en fase de tramitación en el Parlament– recupera la posibilidad de que los consellers cobren estas dietas, que además no están sujetas a retenciones del IRPF.

Lo que hace el Ejecutivo es derogar el artículo 18 de la actual Ley de Presupuestos en vigor, que dice textualmente: «Los miembros del Gobierno de las Illes Balears y sus altos cargos no podrán percibir dietas en concepto de asistencia a las reuniones de los órganos de dirección de los entes del sector público instrumental».

Fuentes del Govern precisan que en ninguno de los proyectos de ley que ha presentado el Ejecutivo se prohibía el cobro de dietas, sino que desaparecieron a través de esta enmienda de Més. También ponen de manifiesto la contradicción que supone, en su opinión, que las dietas estuvieran permitidas en la anterior legislatura, cuando gobernaba la izquierda, y ahora que ya no gobierna las prohiba. «La izquierda las ha prohibido cuando ha llegado este Govern», denuncian.

A pesar de que la intención del Ejecutivo está clara en el proyecto de ley de Presupuestos, tampoco es definitivo que el Govern consiga su objetivo hasta que no se vote la ley en el Parlament. Este jueves finalizó el plazo para la presentación de enmiendas parciales a la ley y Més ha registrado de nuevo una que busca dejar sin efecto las intenciones del Govern. Lluís Apesteguia, coordinador de la formación, asegura que este cobro de dietas «por la puerta de atrás» no tiene justificación porque los consellers ya cobran por hacer su trabajo y no deben cobrar un extra por asistir a reuniones de empresas que dependen de sus conselleries. «Eso es hacerse trampas al solitario», opina.

La enmienda deberá votarse durante las distintas fases de la tramitación parlamentaria, en las fases de ponencia, comisión y pleno, y el voto de Vox volverá a ser determinante para que esta subida salga o no adelante.

Vox no está de acuerdo

La portavoz de esta formación en el Parlament, Manuela Cañadas, no ve nada clara esta subida. Recuerda que su partido ya votó en contra de esa posibilidad en los Presupuestos del año pasado de forma que no salió adelante con sus votos. «Si votamos en su momento que no y estamos en contra de la subida de impuestos y de que haya asignaciones económicas a sindicatos, asociaciones y partidos políticos, no vamos a votar a favor de que el dinero de los ciudadanos se vaya a que unos altos cargos cumplan con su puesto de trabajo», señala la portavoz de la formación en el Parlament.

Punto de vista
Mónica González

¡Qué fácil es!

Mónica González

Cobrar entre 100 y 600 por cada reunión de los consejos de administración de las empresas públicas a las que asistan los consellers es intolerable a los ojos de una ciudadanía que, en buena proporción, apenas llega a final de mes. Qué fácil es subirse el sueldo, por la puerta de atrás, claro, cuando de dinero público hablamos y se tiene todo el poder para hacerlo. La clase política cada vez está más alejada de la calle y este tipo de detalles lo demuestran.