Plan de choque contra el abandono de embarcaciones en los Puertos de Baleares

El Govern comienza a retirar las naves en desuso y con signos de desatención

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Los modelos más económicos se encuentran de segunda mano a partir de 10.000 euros, pero los barcos y yates pueden llegar a costar más de 13 millones. En Baleares se estima que el precio medio de una embarcación náutica es de 429.675 euros.

Las Islas llevan años liderando el mercado náutico español, tanto en la modalidad chárter (embarcaciones de alquiler) como en la recreativa (embarcaciones de ocio). La demanda es tan alta que desde 1996 hay una lista de espera de 7.000 embarcaciones para conseguir un amarre base en las instalaciones de Ports IB.

Aunque parezca una situación inimaginable, lo cierto es algunas de las personas que consiguen hacerse con uno de ellos acaban abandonando las naves a su suerte. Ports IB ha iniciado ahora el procedimiento para retirar cinco embarcaciones que estaban en situación de abandono en distintos puertos del archipiélago, concretamente en la Colònia de Sant Pere, Portocolom y Port de Pollença en Mallorca y en Sant Antoni de Portmany en Ibiza. Lo hace después de haber constatado que los amarres estaban ocupados sin título habilitante, sin realizar ninguna actividad o mantenimiento durante al menos los últimos seis meses.

«La actuación se enmarca en las funciones de control, conservación y defensa del dominio público portuario que ejerce el ente público y responde a la necesidad de garantizar la seguridad, el buen funcionamiento de las instalaciones y la protección del entorno marítimo», informa la Conselleria de la Mar.

La resolución del expediente no es firme. Los afectados tienen un plazo máximo de un mes para presentar recurso de alzada ante el Consejo de Administración de Ports de les Illes Balears.

En todos los casos se han hallado «signos evidentes de deterioro, inactividad prolongada y un estado exterior que indicaba abandono». «Esta situación, además de suponer un incumplimiento grave de la normativa vigente, puede implicar riesgos para la seguridad y para la operativa normal de los puertos», dice Ports IB. Quiere poner además fin a una «ocupación indebida del espacio público» que ahora podrá ser utilizado para otras embarcaciones o servicios portuarios. De las cinco embarcaciones expedientadas dos ya han sido enviadas a Son Tous.

Una vez que se ha declarado formalmente la situación de abandono se abre la vía para que las naves puedan ser subastadas si conservan valor económico. De no ser así, Ports IB procederá a su retirada y desguace siguiendo los procedimientos que establece la normativa.