Entrevista

Jaume Bauzá: «La idea es que la gente desista poco a poco de alquilar su casa a turistas»

Entrevista a Jaume Bauzá, conseller de Turisme, Cultura i Esports

El conseller de Turisme, Jaume Bauzá, en su despacho | Foto: M. À. Cañellas

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Al filo del ecuador de la legislatura, Jaume Bauzá cuenta ya con la perspectiva suficiente para valorar el trabajo desempeñado, parte importante del mismo dirigido al morlaco de la saturación turística y sus derivadas como las protestas ciudadanas, las restricciones a los cruceros o la lucha contra la oferta ilegal.

Esta misma semana, plataformas de signo opuesto le han pedido relajar o incrementar las restricciones a los cruceros. ¿Qué va a hacer el Govern?
Les hemos transmitido a todos que estamos dentro de una línea de contención y equilibrio que pasa por mantener las cosas como están. Y todavía tenemos que empezar a negociar con CLIA (patronal del sector crucerístico).

Lo que se queda ya fuera de la mesa es el hotel flotante de Ibiza.
Cuando el presidente de Ibiza nos habló de ello se nos encendieron todas las alarmas porque va en sentido contrario al camino marcado. Desde el Govern hablamos con la Autoritat Portuaria y con la naviera (Trasmed) y esta ha reconsiderado su postura. Dejarán de ofrecer un producto que iba en contra de la política turística marcada por todos los consells. Básicamente, eso era un hotel flotante que no va en la línea de lo que pretendemos impulsar.

Hoteleros y patronales empresariales creen que la manifestación contra el turismo masivo de hace una semana no era representativa de la sociedad balear. ¿Y usted?
Total respecto hacia estas manifestaciones siempre que se desarrollen en un clima de concordia e independientemente de la cifra de manifestantes. Delegación de Gobierno habla de 8.000 participantes; habrá gente que considere que es una cifra representativa y gente que creerá que no. En todo caso, hay que respetarla y a la vez rechazar las actitudes violentas e incívicas que se produjeron. Por otro lado, todo esto no va a cambiar la dinámica de un Govern que apuesta por la contención y el equilibrio. Estas manifestaciones vienen derivadas de otras políticas del pasado que no tuvieron en cuenta una apuesta turística ilegal que hoy tenemos desbocada.

El año pasado contactaron directamente con los mercados emisores por la preocupación generada con las primeras manifestaciones. ¿Se está repitiendo esa preocupación ahora?
Hay que señalar que estas últimas manifestaciones se han hecho dentro de un contexto global, fueron movilizaciones convocadas en destinos turísticos del sur de Europa. Claro que los mercados están preocupados, pero es algo que nos llegó sobre todo el año pasado. A día de hoy no notamos tanta preocupación, o al menos, no hemos recibido señales de gran alarma.

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¿Espera, por lo tanto, otra temporada de récord?
Mayo no fue todo lo bueno que se esperaba. Las previsiones iniciales para la temporada eran más optimistas de lo que son hoy. Por lo que nos llega, la temporada será buena, aunque por debajo de las expectativas generadas en un principio. Será una buena temporada, en la misma línea que el año pasado, pero no superior.

El Consell de Mallorca ha cerrado un acuerdo con AirBnB para capar los anuncios de viviendas turísticas ilegales. ¿Tienen ya una idea de cuántas puede haber en las Islas?
No manejamos ninguna cifra ni estimación aproximada, pero sí que sabemos que en los grandes núcleos de población como Palma o Eivissa es seguro que son muchísimas. La sensación es que es el volumen de casas ilegales allí es muy considerable, siendo áreas, además, donde el acceso a la vivienda está muy tensionado.

¿Cree que debemos notar ya este año los efectos de las nuevas medidas contra la oferta ilegal?
Seguro que sí, creo que podremos tener resultados una vez acabado el año. Ampliamos las finalidades del Impuesto de Turismo Sostenible para que se pudieran desviar cantidades importantes a la lucha contra la oferta ilegal. Los consells insulares han recibido millones de euros y han podido aumentar el número de inspectores.

Los hoteleros les criticaron duramente por quedarse cortos en las restricciones a las plurifamiliares. ¿Su prohibición en todo el territorio llegó a estar sobre la mesa?
Lo primero que hay que asegurar es no dejar rémoras a los que vengan detrás y que estos no tengan que pagar ningún tipo de indemnización. Barcelona prohibió el alquiler turístico en plurifamiliares y se enfrenta a demandas por 4.200 millones de indemnizaciones. Las plazas de alquiler vacacional que tenemos aquí se autorizaron en su día con todos los derechos. Nosotros no autorizaremos más en plurifamiliares y para su renovación aumentaremos el nivel de exigencia con el objetivo de que estas plazas se vayan reduciendo. La idea es que los consells fijen los criterios y aumenten las exigencias para que la gente y las propias comunidades de propietarios, poco a poco, desistan de alquilar a turistas.

¿Van a tener que intervenir el Govern en la negociación del convenio de hostelería como sugirió hace algunas semanas?
Como liberales que somos estamos en contra de la intervención porque la negociación es cosa de sindicatos y patronales. Lo que se vislumbra a día de hoy es que no están demasiado lejos de un acuerdo. Creo que habrá entendimiento y en que no habrá efectos negativos en la temporada turística. Nuestra idea es no intervenir.

¿Es posible reducir la jornada en un sector como la hostelería?
Las patronales han dicho que no lo ven y nosotros tampoco. Uno de los principales problemas que tienen las empresas del ámbito turístico es la falta de mano de obra y todo lo que lleva a que el trabajador haga menos horas dificulta las cosas al empresario.