Cuidar del suelo pélvico es cada vez algo más habitual entre mujeres, y hombres; pues ellos también tienen. Desde hace años esta musculatura ha dejado de ser una desconocida y cada día son más las personas que realizan ejercicios para fortalecer la zona. «Es mucho más difícil tratar que prevenir», explica Ketty Ruiz, fisioterapeuta de la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital Universitari de Son Espases. «El suelo pélvico afecta a muchas facetas de la vida: ir al baño, estar sentado, tener relaciones sexuales», enumera.
Por eso, en fundamental tener buenos hábitos, sobre todo alimentarios, y una buena higiene postular: «Si la gente come bien, va bien al baño y empuja poco al defecar. También es importante beber agua y tener una postura óptima, erguida». En la Unidad se tratan incontinencias urinarias de esfuerzo; de urgencia y tras una prostatectomía; fecales; y dolores pélvicos. También se atiende a mujeres con embarazos y partos de riesgo, en el pre y postparto o que han sufrido partos traumáticos, donde ha habido desgarros: «Son una minoría, el 95 % de los partos son normales», asegura.
Ketty Ruiz, fisioterapeuta; Esther López, médico rehabilitadora; y Maria Ángels Escobar, auxiliar de enfermería.
«Predominan las consultas de incontinencia urinaria y fecales. En tema de pre y post parto hay pocos casos», corrobora Esther López, médico rehabilitadora de la Unidad. Sobre las razones que pueden llevar a alguien a la consulta de este equipo, además de por partos, puede ser por sobrepeso, estreñimiento y practicar deportes de impacto: «Ahora están de moda deportes que son muy traumáticos para el suelo pélvico», indica Ruiz. Entre los más comunes, se encuentran el crossfity ciertos ejercicios de pilates: «El suelo pélvico tiene un límite, no todo el mundo lo tiene preparado».
Si se daña, se puede sufrir incontinencia o un prolapso (desplazamiento de órganos) durante el ejercicio. La edad también es un factor de riesgo, sin embargo, «hay gente joven que tiene incontinencia», como por ejemplo mujeres de 30 años que hayan dado a luz. «Vemos a más mujeres que hombres, pero hay un porcentaje nada despreciable de hombres con problemas de próstata, indica López. «También vemos muchos problemas de dolor durante las relaciones sexuales», y es que, hace poco que el Hospital ha abierto una Unidad de endometriosis, que deriva a muchas mujeres con dolores vaginales y abdominales.
En la consulta se enseña a los pacientes a realizar correctamente los ejercicios preventivos. Existen de cuatro tipos. Los más comunes, conocidos y antiguos son los de Kegel, que consisten en hacer contracciones voluntarias de los músculos y luego relajarlos. También se enseña una respiración especial que activa el core durante la actividad física. Luego existe la gimnasia abdominal hipopresiva, que son posturas específicas con una respiración especial que hace que de forma refleja se active la musculatura profunda del core.
Ruiz realizando uno de los ejercicios con una paciente.
Por último se usa la técnica del tronco 5P, un tronco de madera que permite hacer ejercicios de equilibrio encima de éste, mejorando la musculatura profunda y la postura. «Los problemas de suelo pélvico han existido siempre, pero la gente no lo sabía. Cuando el paciente llega viene muy afectado emocionalmente, pero con el tratamiento ve como puede mejorar los síntomas», apunta Ruiz.
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Pensaba que precisamente en pilates se trabajaba entre otras cosas el suelo pélvico.