Quintana acusó unos problemas instestinales que le hicieron perder tiempo y posiciones en la tabla - Rubén Sánchez Fortuny

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Cuando prácticamente todos sus compañeros de clase se debatían entre si jugar al fútbol o al baloncesto, Rafel Quintana Villalonga optó por correr. No se le dio mal al espigado alaiorense de 25 años, que se afincó en la selección española juvenil, acudió a un Mundial y ahora, entrando en su madurez deportiva, ha cambiado la disciplina. El domingo debutó en una maratón en el inmejorable marco del campeonato de España clasificándose en 13º lugar en una carrera marcada por unos dolores intestinales y parando el reloj en 2:24:45. El de Alaior, satisfecho por el resultado, avisa que a partir de ahora se moverá entre los 42.195 metros de la maratón y los 21.097 metros de las medias, con el permiso de algún cross.

¿Qué tal lleva el día después?
- Durante la carrera me cargué mucho muscularmente, al llegar a meta lo pasé mal pero con el paso de las horas fue a mejor. Hoy -por ayer- me he despertado con algo de sobrecarga pero no estoy tremendamente cansado ni pensando que no lo voy a volver a hacer sino todo lo contrario. Tengo muchas ganas de volver a correr una maratón.

¿Satisfecho con la marca y la posición?
- Sí, pero más que nada, estoy muy contento con la capacidad de sacrificio que tuve. Me paré cinco veces por problemas intestinales y lo más fácil hubiese sido retirarme, pero me lo tomé como parte del juego y seguí dándolo todo.

¿Influyeron los problemas en la clasificación final?
- Del todo. Con el entrenador hablamos que en condiciones normales hubiese acabado entre el cuarto y el sexto lugar, que hicieron 2:20'. Los primeros 16 kilómetros iba muy cómodo a 3'18'' el kilómetro hasta que me tuve que parar y perdí el segundo grupo. Quizás bajando algún kilómetro a tres minutos los hubiese cogido pero no habría terminado la prueba. Los parones me rompieron el ritmo, no me permitieron llegar al límite y por ejemplo no me encontré con el temido 'hombre del mazo', ni el muro del que todo el mundo habla a los 30 kilómetros.

¿Ha merecido la pena?
- Empecé a prepararme prácticamente de cero en junio, tras acabar la carrera universitaria. La experiencia me servirá a nivel deportivo y en la vida. Seguro que lo podría haber hecho mejor pero estoy satisfecho. Hay margen de maniobra.

¿Se muda definitivamente a la maratón?
- Me hicieron unas pruebas físicas la Navidad pasada y mostraron que es la disciplina que se me puede llegar a dar mejor pero la exigencia de las maratones recomienda que se haga una o, como máximo, dos al año. Ahora me moveré entre el maratón, el medio maratón, sin olvidarme del cross.

¿Tiene opciones de colarse en la élite?
- Es un sueño. Carlos Castillejo, el ganador, o Pablo Villalobos, el segundo, tienen mucho recorrido en pruebas más cortas y ahora se han pasado a la maratón, superados ampliamente los 30 años. Veo que hay mucho margen de mejora en los tiempos.

¿Siguiente reto?
- El objetivo es recuperarme completamente con dos semanas de descanso, luego empezaré a pensar en el campeonato de España de media maratón, que se celebrará el 24 de febrero en La Coruña. Otro reto que me atrae es el campeonato de España de cross, que se disputará el 16 de marzo en Badajoz y para el que podría aprovechar el volumen y la carga de trabajo. Para entrenar el medio maratón trabajaría mucho las series de 4, 5 o 6 kilómetros y lo podría aprovechar para el cross que son de unos 13 kilómetros.