La prueba recorre puntos cargados de historia, entre ellos la Fortaleza de La Mola.

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Programada para el próximo 12 de septiembre, con el reglamento, volumen de participación e itinerario completamente adaptados a la nueva normativa en virtud de las circunstancias en que reside el país, lo que actualmente garantiza su celebración, a un mes de su disputa el grado de inscripción de la prueba marcha a buen ritmo.

Existen ganas de deporte a pesar del coronavirus en el seno de la familia del running insular y desde la organización –Unisport Consulting, que cuenta con el fundamental respaldo de la Fundació Foment del Turisme de Menorca y el Ayuntamiento de Maó– la confianza en que la quinta entrega de este singular evento se lleve a cabo es palpable, en tanto «que la competición cumple con los protocolos y la normativa vigente», detalla Manuel Hernández, director de la misma. Un singular preámbulo en cualquier caso para una carrera también muy singular (recordar que usa la milla, unidad de longitud anglosajona, para medir sus tramos), y que por un año más convertirá el majestuoso puerto mahonés en el marco de fondo para que, con dos recorridos como opción (10 ó 5 millas) los ‘runners’ exhiban su fortaleza y opten a conquistar el triunfo y por extensión a la tradicional recompensa que se embolsa el ganador; 10 y 5 kilos respectivamente de un lote de queso Denominación de Origen Mahón-Menorca.

La prueba larga (10 millas) conservará su salida desde la Fortaleza de La Mola, donde desarrollará el primer segmento de su recorrido y proseguirá hasta Cala Llonga, desde donde dará inicio la carrera ‘5 Millas’ (Passeig dels Mariners) para continuar hasta la Base Naval, donde se dará la vuelta a la Illa Pinto para posteriormente dar con la meta localizada ante la Estación Marítima del puerto. Un recorrido de gran rigor y exigencia física, pero igualmente de espectacular belleza dado su trazado, casi bañado por el mar insular. La 10/5 Milles, a la vuelta de la esquina