El Menorca Bàsquet cedió en los rechaces en el segundo tiempo y le acabó costando el triunfo - Photodeporte

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Más de lo mismo ayer en Málaga, donde el Menorca Bàsquet grabó otra película muy similar a las que está protagonizando en esta temporada del retorno a la ACB con final negativo idéntico. Buen comienzo, notable continuación, y desfallecimiento en el epílogo. Víctima del desgaste y de los triples de un espeso Unicaja que durante muchos minutos no pudo con la defensa isleña, el equipo de Paco Olmos acabó hincando la rodilla por undécima ocasión en los últimos doce partidos. El camino hacia el descenso, así, parece inevitable por más que el esfuerzo del grupo y su competitividad, especialmente a domicilio, merecieran una recompensa mayor como demostraron ayer una vez más.

Rafa Huertas fue el factor sorpresa de salida, con Ciorciari inusualmente en el banquillo y Limonad como armador del juego. Buscaba el técnico valenciano que el base argentino llegara al final menos asfixiado que de costumbre, y la llegada de Sanders le concede otra rotación más para intentarlo. No le fue mal la estrategia a Olmos cuyo equipo gobernó en el tanteador en este primer tramo a partir de un trabajo defensivo notable. Las ayudas sobre Freeland atrás y la fiabilidad arriba de Donaldson y Radenovic dieron alas al Menorca para situarse 9-14 a 3'25. Mateo paró el partido e hizo tres cambios de una tacada dando entrada a Printezis, Almazán y Berni. Olmos, que recurrió a Urko tras la segunda falta de Donaldson, respondió con una zona pero el triple del escolta internacional paró el tanteo en 15-18 al final del cuarto.

El gigante Sinanovic inició el segundo acto y el Unicaja volteó levemente el marcador (19-18) sin intimidar al Menorca que, a lomos de un Limonad solvente arriba (21-22) detuvo el golpe. Olmos movió el banco y puso a Sanders y Caio por Rade y Victor, ajustando a los suyos de nuevo en una zona 2-3. La entrada del último fichaje fue un ciclón convirtiendo 5 puntos consecutivos que dieron la máxima renta a su equipo (21-29). Mateo colocó a su nueva pareja interior, Freeland y Sinanovic, con la insólita réplica de Urko y un fallón Caio. Freeland, en el '4', dañó la zona menorquina anotando desde el poste bajo tras el tiempo muerto del técnico local (27-29). Pero el Menorca mantenía su buena dinámica defensiva, y la paciencia en ataque. Así halló un triple de Ciorciari, una canasta de Huertas y dos de tres tiros libres de Radenovic con la bocina a cero para recuperar la máxima renta con la que marchó al descanso (29-38), además sin ningún jugador cargado al tiempo que la afición malagueña despedía a los suyos entre pitos.

Enrabietados reaparecieron los malagueños con Sinanovic dueño del debate en la pintura. Cinco puntos consecutivos suyos y la pérdida de eficacia mahonesa arriba con Limonad de base y Ciorciari, de nuevo, en el banquillo, modificaron el perfil del partido. El Unicaja dio con el ritmo ofensivo apropiado gracias a los triples de Almazán, Blakney y Blanco para ponerse por delante en el marcador a 3'43 (46-45) mientras Freeland ya reinaba como MVP del choque. Olmos tuvo que reaccionar y lo hizo dando entrada a Ciorciari y Torres. Dos triples del pívot brasileño, que se la jugó desde el perímetro consiguieron detener el avance local aunque el partido ya estaba en otra dimensión más favorable al Unicaja desde su perímetro (49-51 para entrar en el tramo decisivo) y merced a la pérdida de la intensidad defensiva del Menorca.

Y así fue. El acierto desde los 6,75 metros acabó por resquebrajar la defensa isleña que tanto y tan bien se había expuesto hasta entonces. Otros cuatro triples pusieron un parcial ya demoledor de 14-4 en los cinco primeros minutos del juego que dejaron el partido visto para sentencia (63-55). Olmos sacó a Limonad y Radenovic por Ciorciari y Donaldson, y pese al tercer triple de Caio Torres, el Unicaja ya estaba desmelenado con Mcyntire en estado de gracia (tres triples consecutivos). La renta se incrementó sin solución para los menorquinistas (74-60) hasta encajar un tanteo severo que redujo en el último minuto de manera estéril (78-68). La misma película con idéntico final: 'The End'.