Rafel Cortès.

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Tan sólo dialogando unos minutos con el mítico Jaume Ventura, exentrenador con una dilatada trayectoria en ACB y técnico de la 'época dorada' del Club Bàsquet Boscos a finales de los 70, te das cuenta de la trascendencia de la figura de Rafel Cortès Fernández (Ciutadella, 1945). Un nombre de referencia si nos ponemos a hablar de basket. Persona amable y de buen humor, siempre servicial y con una broma o anécdota que gastarte, ha vivido el mundo del deporte en primera persona. Primero como excelente jugador en el CB Ciudadela, CB Boscos y Salesianos, luego como entrenador, como presidente un año en el club gualdo y finalmente como concejal de deportes, cuando el PSOE gobernó en minoría con Antoni Orell de alcalde. Todo ello compaginándolo como director del la ONCE Menorca.

¿Cómo y cuándo son sus inicios en el mundo de la canasta?
— Con el Instituto Laboral Josep Mª. Quadrado, con el profesor de educación física Miguel Maestro al frente. Éramos Àngel Vilafranca, Sancho, Coca de Ferreries, etc. Jugábamos a voley, nos hizo jugar a basket y de ahí salió el CB Ciudadela el 1959, donde jugué hasta el 1972-73.

Y de aquí ficharía en Calós...
— El CB Boscos ascendió a Segunda (ahora Adecco Oro) y Bep Moll me ofreció fichar. Y me decidí porque en el Ciudadela había dudas. Jugué en Calós hasta el curso 1984-85, viviendo la 'época dorada'. Me retiré en el Salesianos, filial del Boscos.

¿Fue acabar su carrera como jugador y pasarse al banquillo?
— Prefería jugar, y a cambio de dejarme entrenar y correr dejaba el título de entrenador ya que ellos no lo tenían. Me sentaba en el banquillo.

¿Era el más alto de Ciutadella?
— En aquella época éramos Xec Castelló y yo que destacásemos, aquí y en la Isla. Íbamos un poco de 'gallitos'. En Maó estaban, como altos, los hermanos Buñuel o Marcial

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