La final del torneo cadete masculino entre Jovent y CEB Girona, foco de máximo interés | Javier Coll

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El basket gironí se erigió, desde un punto de vista estrictamente competitivo, en el principal protagonista de la décimo tercera edición del Torneig Ciutat d'Alaior, terminado ayer, al coronar a tres de sus representantes sobre cuatro torneos en liza (CEB Girona venció en los cuadros cadete e infantil masculino; GEIEG lo hizo en infantil femenino). El anfitrión, Jovent, consiguió embolsarse el título en la versión cadete femenina de la cita, completando un cuadro de honor de marcado acento catalán.

Bajo una panorámica más global, el éxito debe fragmentarse en todos los espacios, y no en vano, pues el funcionamiento y desarrollo del evento en el aspecto social, deportivo, participativo y organizativo ha sido pleno. A modo de aderezo, el torneo, absolutamente afianzado en el marco de la Semana Santa insular, ofreció unas finales, disputadas en la jornada de ayer, que no desmerecieron en cuanto a equilibrio y calidad.

El Poliesportiu Municipal des Mercadal, que ha ejercido como sede paralela, fue el marco en que el GEIEG gironí se encumbró en la matinal de ayer en categoría infantil femenina. El conjunto entrenado por Raúl Maqueda superó al AE Minguella de Badalona por 33-27, al que no alcanzó con la presencia en sus filas de la mejor anotadora del cuadro, Sara Pascasi.

La pista del IES Josep Miquel Guardia de Alaior acogió la pugna final por el título infantil masculino, el primero de los dos trofeos alzados por el CEB Girona. El Alcázar, con un inconmensurable Raül Llufriu, mostró una digna pero insuficiente réplica, y terminó entregándose por 42-47, al igual que hizo el cadete rojo en la final femenina, la única que distinguió a un campeón insular (el Jovent, vencedor por 56-47, con una Andrea Pons que mantuvo un total idilio con el aro para finalizar como mejor realizadora).

Cadete masculino

El instante culminante de la mañana llegó con la disputa de la final del cuadro cadete masculino, al cobijo de un repleto Pavelló Municipal. Jovent y CEB Girona mantuvieron el equilibrio durante el primer cuarto y parte del segundo, en cuyo ecuador, un acelerón visitante disparó el diferencial hasta los siete puntos para llegar al intermedio (30-37).

Tras el descanso, el Girona supo preservar el ritmo que más le convino, y a pesar de los intentos locales por aprisionar la distancia, personficados en la figura de Simón Sintes, ésta no hizo sino crecer en beneficio catalán (41-51 al cerrar el tercer acto; 43-57 discurrido un minutaje prudencial del definitivo). Marc Lagares, en el apartado individual, resaltó en un Girona que supo pragmatizar también su mayor envergadura en el rebote y la defensa.