Doble cita. El líder Mollet y el Salt aguardan al equipo insular para despedir el año. | Javier Coll

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El Menorca Talaiòtica CCE Sant Lluís cierra el año con una doble cita en apenas doce horas. Los rigores del calendario y las incidencias aeroportuarias han provocado que el líder Mollet y el Salt aguarden a la expedición insular en un margen de tiempo que permitirá una escasa recuperación física.

Tras las últimas incorporaciones «vemos algo de luz al final del túnel» apunta el veterano Miki Ortiz, que vuela hoy junto a sus compañeros a Barcelona (14.35) para poner punto y final a un primer tramo de competición que pasará a los anales del baloncesto por todo, menos por el aspecto meramente deportivo.

El grupo aguarda la entrada del nuevo año para «valorar realmente hasta qué punto podremos competir. Hemos empezado a trabajar realmente como un equipo y el mensaje es que tenemos bastante margen de mejora. No es lo mismo entrenar con 6-7 elementos, que hacerlo como esta semana. La diferencia es palpable».

El pívot mahonés está seguro de que el Sant Lluís todavía puede subirse al tren de la competición y luchar por la permanencia, «sería ideal acabar con un par de victorias ante rivales directos, que sumen para la segunda fase. La primera victoria incrementará nuestro ánimo para seguir trabajando en esta línea».

El vestuario no se ha derrumbado en ningún momento ante tanta circunstancia adversa. La clave, «el compromiso. Somos un grupo que sabíamos las dificultades que pasaríamos y antes ellas nos hemos unido. Ha sido muy duro, pero si el Sant Lluis puede alardear de algo es de ser un club que une a las personas y crea sentimiento de equipo».