Menorca Es Castell Basquet Primera Balear Pinta B Es Castell La Salle Mahón | Javier Coll

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La Salle Mahón, Es Castell y Ferreries, por orden de clasificación en la primera fase o liga por islas, saltarán el domingo por el primer balón al aire de la segunda ración competitiva de la Primera Balear en el denominado grupo de Oro. Rivalizarán por un objetivo común, el acceso a la Final a Cuatro a través de una de las tres primeras plazas, desde los discursos dispares de sus máximos responsables deportivos cuyo nexo de unión en sus alocuciones es el espíritu ganador y la negación a la rendición previa.

Miguel Fernández (La Salle Mahón) avista un primer mes de calendario cómodo en cuanto a desplazamientos. El equipo no se moverá de la isla en las primeras seis jornadas -cuatro partidos en casa-, «y habrá que aprovecharlo, porque el tramo final nos depara visitar la pista de Pla y Calvià y recibir a Es Castell».

Gino Rovellada (Es Castell) cede definitivamente el cartel de favorito menorquín al equipo colegial, «aunque se ha creado una rivalidad interesante. La liga estará muy igualada y si no entramos en la fase final no será una debacle».

Toni Pons de Coca (Ferreries) se aferra a «la implicación y la motivación que ha mostrado un grupo limitado por las circunstancias, que ha sabido superar».

Los tres entrenadores apuntan al Pla y al Calvià como los elegidos para disputarse las dos primeras plazas. Un punto en el 'average' les ha separado en la liga doméstica y nombres/trayectorias como las de Miki Corbacho, Pibe Jiménez, Iván Matemalas o Toni Carrasco impregnan de cierta autoridad su posición en la parrilla de salida de la primera jornada.

De Coca va más allá, en cuanto a la representación menorquina, «Pitu y Matalí se ha visto que están por encima de todos y pueden decidir. La Salle con Sabaté, Piedra y Murillo, y algo más de fondo de armario, también puede competir con los mallorquines».

La Salle fija su objetivo en adjudicarse una plaza «entre los tres primeros para jugar la F4» y para ello trabajar para obtener «más soluciones en ataque. Tenemos jugadores para rebotear y correr», un aspecto del juego que los lasallistas apenas han explotado en un primer tramo relativamente cómodo. Es Castell habla de «ampliar protagonismo y diversificar los roles» claramente focalizados en el dúo Jorge Jiménez-Andreu Matalí. El Ferreries pretende ir a más, acotado por sus limitaciones, pero estabilizada la plantilla con la presencia regular de Vargas y Alan.


Polémica final a cuatro

La fórmula, decidida por la Federación una vez iniciada la competición, ha sido cuestionada no por su formato, si no por integrar en sus bases la presencia en el cuadro definitivo del primer clasificado del grupo Plata, por delante de los cuarto, quinto y sexto clasificados del Oro.

«Se ha de incentivar de alguna manera el grupo Plata, pero a nivel de justicia deportiva no es correcto. En la final quieres ver a los cuatro mejores equipos de la liga», reflexiona Miguel Fernández. En la misma línea habla Gino Rovellada, «no me parece correcto cambiar las normas mediada la competición. Hay que buscar una solución para motivar al grupo Plata, pero planteado al principio».

De Coca es claro, «tendríamos muchas opciones de jugar la F4 desde el grupo Plata. Pero había que dejarse ganar y no va con nosotros. No es lógico premiar a quien no se lo merece en la primera fase».