La plantilla del Alcázar aguarda cargada de ánimo y confianza el estreno de la segunda fase de la competición | Gemma Andreu

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El baloncesto femenino menorquín, en su sector sénior, salta este fin de semana al escenario autonómico con el arranque de la segunda fase de la liga balear de la Primera División Femenina. La Primera Balear, para abreviar. El Jovent Global Menorca y el CD Alcázar, únicos dos equipos inscritos en la categoría, se clasificaron directamente para este tramo del calendario, tras la disputa de una Copa conjunta, a modo de acondicionamiento de las respectivas plantillas para el itinerario, el que deviene, de perfil competitivo más exigente.

El equipo de Alaior repite presencia tras un exitoso curso, el pasado, en el que se adjudicó la cuarta posición. Un notable registro basado en una racha de siete victorias clave en la primera vuelta para consolidarse en la zona alta de la clasificación. A la hora de plantearse objetivos, el entrenador Àngel Cardona desliza un «no lo sé; estamos ante una liga nueva, con muchos cambios en relación al año pasado».

El Jovent ha concluido imbatido (10-0) el trofeo de Copa, en el que se incluyó a los cuatro equipo de Segunda Autonómica, «hemos tratado de competir, el grupo se lo ha tomado en serio, pero creo que partimos con una mínima desventaja, pues las mallorquinas, que han jugado la Copa Rullán, se conocen, saben lo que se encontrarán», reflexiona el responsable del sector femenino alaiorenc.

La experiencia de la pasada campaña invita a la entidad que preside Miquel Seguí a renovar su confianza en todas las jugadores. La guinda del proyecto lleva el nombre de Dulce Domínguez, formada en La Salle Mahón, ha concluido su etapa académica en Barcelona –y deportiva, con el Grup Barna de Copa Catalunya– para regresar a la Isla y comprometerse con el club de Alaior. «La dinámica del equipo es buena, esperamos estar a punto. Ganas de empezar a competir no nos faltan», sentencia Cardona.

El Alcázar, por su parte, ha diseñado una plantilla «con un perfil que permita la progresión de las júniors», apunta José Luis Alonso, su responsable técnico. Las pujantes generaciones del club del Padre Petrus, cuya impacto balear ha sido excelente en su proceso de formación, permiten regresar dos años después a una competición «que conocemos, en la que sabemos lo que nos encontraremos y nuestra ilusión es máxima», abunda el entrenador mahonés.