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Menos de 72 horas después de la brutal actuación de Sergio Llull ante los Thunder de Oklahoma City (22 puntos, además de triples e intangibles determinantes por parte del mahonés), que hizo reabrir el debate sobre su posible marcha a los Houston Rockets, franquicia que posee sus derechos en la NBA –rumor alimentado por un sector de la prensa norteamericana especializada justo tras el triunfo blanco en el marco del NBA Global Games, y también por las declaraciones del jugador, que dijo las puertas de la liga profesional «nunca las puedes cerrar»–, el Real Madrid se ha apresurado en tranquilizar a su afición.

A través del máximo responsable de su sección de baloncesto, Juan Carlos Sánchez, cuyo discurso es absolutamente revelador acerca del pensamiento que tienen en la capital sobre el futuro del base menorquín de la selección española, el Madrid practicamente garantiza el retiro de Llull con la elástica blanca.

«Llull es una pieza fundamental en el Madrid y ha decidido que su futuro está aquí. La afición debe sentirse tranquila con él, lo lógico y normal es que se retire aquí», explicó el ejecutivo madridista en manifestaciones recogidas por el diario Marca.

La sensación de Sánchez reposa sobre una base sólida, pues cabe recordar que, tras la oferta de 18 millones de dólares por tres años vertida desde Houston al de Maó en verano de 2015, el Madrid amplió su contrato hasta 2021, con un incremento en los emolumentos que le convirtió en el segundo jugador, tras el mallorquín Rudy Fernández, mejor remunerado del Madrid, con una ficha por encima de los dos millones de euros.

A esa mejora contractual se le añadió un aumento en la clausula de rescisión, que pasó de cinco a ser de doce millones de euros (cabe recordar que la NBA impone a sus equipos un límite muy bajo en la cantidad a abonar en un traspaso, por lo que el jugador debería asumir de su bolsillo una hipotética ruptura del contrato), un blindaje anti-NBA que es lo que, además de las reiteradas oportunidades en que Llull ha hecho público su amor por el Madrid y su deseo de postergarse en la entidad de Concha Espina, afianzan la convicción de que el sueño NBA queda como una opción muy remota en el futuro de Llull.

En esa línea, el mismo Sánchez augura a Llull un futuro «en la estructura de club» del Real Madrid si así lo desea el jugador una vez termine su trayectoria. De cumplir íntegro el acuerdo sellado con el Madrid hasta 2021, el base de Maó, llegado a la capital en abril de 2007, sumaría quince temporadas de blanco.