Jan Orfila y Rangel Ramírez protagonizaron el salto inicial | AEC

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  • AEC COLLBLANC 56
  • MADE IN MENORCA 71

Debut con victoria del nuevo entrenador Miguel Ángel Hoyo. El Made in Menorca consiguió ganar de nuevo a domicilio, ante el AEC Collblanc, y con esta trabajada victoria consigue despejar su crisis y darse un merecido respiro en la tabla clasificatoria justo antes de enfrentarse en la Isla al líder de grupo, Flanigan Calvià. Más allá de lo que pueda indicar el resultado final el duelo en L´Hospitalet de Llobregat no fue nada cómodo para los hombres de Miguel Ángel Hoyo, que pagaron durante muchos minutos su mala salida a pista en el primer cuarto, pues se vieron sorprendidos y fueron obligados a jugar a remolque desde muy pronto.

El Made in Menorca no entró nada bien en el juego y se vio claramente superado por su rival en los primeros compases de partido. Los menorquines se mostraron muy fallones en el lanzamiento exterior, con unos porcentajes muy pobres. El entrenador de los barceloneses dispuso de una zona tres dos que además de servir de pretexto perfecto para su plantilla, sin duda la más veterana del grupo, funcionó a la perfección maniatando cualquier intento isleño de hacer daño por dentro. El recital de desacierto en el tiro visitante fue sorprendente y los locales llegaron a colocar una ventaja de diez puntos que al final quedó en ocho, 20-12.

En el segundo cuarto el juego fue muy parecido aunque en esta ocasión los visitantes mostraron un poco más de acierto, pero no el suficiente como para remontar el resultado ni dominar a un Collblanc que sacaba oro en cada jugada embarullada y frenaba cualquier intento menorquín de acelerar el ritmo y llevar el partido a un sitio que a los catalanes nada les interesaba. Con la defensa local en zona todavía presente y efectiva, los visitantes tuvieron muchos problemas para ganar segundas opciones en el rebote ofensivo, aunque a la llegada del tiempo de descanso el marcador se veía de manera más favorable, 33-29.

Tras el paso por los vestuarios llegaría la reacción del Made in Menorca. Los pupilos de Miguel Ángel Hoyo comenzaron a enchufarlas, sirva de ejemplo el caso de un Orfila hasta entonces desaparecido, y eso destrozó el planteamiento conservador del míster local, que viendo la que se le venía encima decidió por fin terminar con la defensa zonal y pasar a la individual. Pero claro, con sólo siete efectivos disponibles y tantos años como la suma de la plantilla menorquina eso significó su sentencia. La gasolina del Collblanc se agotó muy pronto y el Made in Menorca sólo tuvo que imprimir una marcha a su juego para poder jugar a placer. El Menorca desbordó entonces a su rival, anotando fácil a la carrera pero también consiguiendo atrapar muchos más rebotes que antes, lo que significaban segundas opciones y minimización de errores. El desventaja se había remontado, 42-49.

No hubo casi historia en el último cuarto, porque es cierto que el Collblanc echó el resto en busca del imposible pero el Made in Menorca por entonces jugaba a otro ritmo. Eso resultó más que suficiente para no pasar apuros y conseguir un triunfo merecido.