Fijar objetivos es fácil. Cumplirlos, menos. Intervienen muchos factores y algunos incontrolables. Raül Timoner (Alaior, 1997) ha agotado su segundo año en la Universidad de Río Grande, en Ohio (Estados Unidos), y en el equipo de los RedStorm que prepara el «coach» Ken French. Una temporada menos productiva a nivel deportivo que académico (cursa la carrera de psicología).
Una luxación del hombro izquierdo, en plena pretemporada, le mantuvo tres meses inactivo. Le aguardaba «una temporada muy dura». Timoner encadenaba prácticamente catorce meses sin competir, tras padecer una dolencia en un pie el curso anterior. La lesión y, en su condición de «freshman» -jugador de primer año-, tener que compartir posición con un compañero sénior y «All-America», distinción que reciben los mejores universitarios, le dificultó entrar en la rotación. «Venía de jugar 35 minutos de media, me costó entrar en la dinámica y al final conseguí jugar unos 10-12 minutos por noche», correcto dadas las circunstancias.
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