Toni Perelló | Javier Coll

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Se despide un clásico. El entrenador mahonés, Toni Perelló 'Pere', a sus 55 años de edad, da por zanjado un trayecto en los banquillos al que se ha dedicado y entregado durante más de tres decenios con un máximo beneficiario; el CD Alcázar. Tipo carismático, dotado de una singular virtud para el liderazgo, su capacidad de gestión y dirección ha contribuido en el forjado de generaciones enteras de deportistas y personas. Un ciclo prolongado a cuarenta años si abarcamos su periodo como jugador (y directivo), que en conjunto ha motivado y legado infinidad de vivencias y experiencias. Cuatro decenios de un perfil imprescindible en la historia del baloncesto mahonés e insular, sintetizados en una entrevista.

¿Retirada definitiva?

?Sí, lo decidí hace algún tiempo. Creo que ha llegado el momento de cerrar una puerta y abrir otra. Asuntos familiares y laborales me impiden llevar un equipo como a mí me gustaría, con el tiempo y entrega suficientes, por lo que llega un momento en que debes decir, 'hasta aquí hemos llegado'. Son más de treinta años como entrenador y cuarenta en el club.

Cuatro décadas de trayecto y siempre fiel al Alcázar. Un trecho que da para mucho, ¿qué se lleva Toni Perelló de ese periodo, del mundo del baloncesto?

?¿Qué me llevo? La gente que me encuentro por la calle y guarda buen recuerdo de mí. Padres, jugadores, jugadoras? cuando me comentan cuanto se divirtieron conmigo, el sentimiento de pertenencia a un grupo que experimentaron, lo mucho que hicimos para conseguir objetivos, que no siempre es la victoria en un partido, hacer que el juego nos mejorase como personas, ayudar a crecer en autoestima, a madurar? me llevo todo eso del baloncesto, la gente y los recuerdos.

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