Pitu Jiménez intenta frenar la proyección del exterior local, Albert Sabat, este sábado en Fontajau | Sergi Geronés

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Derrota a domicilio para un irregular Hestia Menorca, que en feudo del potente Bàsquet Girona no acabó de sentirse cómodo (69-60). Los de Oriol Pagès nunca terminaron de encontrar de forma clara el camino al aro rival y eso unido a un malo inicio de partido, 13-3, les mantuvo a remolque siempre. El choque tuvo dos partes muy diferentes, así antes del descanso el juego fue vistoso y ambos tuvieron mucho acierto desde el triple, pero tras el paso por los vestuarios todo se cerró mucho más y ya no habría tanta precisión desde lejos. El choque se inició con el campeón del mundo Marc Gasol en el palco y un irregular saque del colegiado principal que Okeke se llevó fácil, sin embargo sería el local Sabat el primer protagonista con una canasta y una asistencia, 4-0. Pero un rebote ofensivo de Urko Otegui y el posterior triple del Pitu ajustaron las diferencias. Después el ritmo se aceleró y sólo el Girona estuvo acertado, triple de Moreno para el 13-3 en cuatro minutos y Oriol Pagès era obligado a parar el partido. De vuelta a pista un triple del Pitu y una asistencia a Otegui templaron los ánimos, 13-8, pero para entonces ya estaba claro que los menorquines necesitaban algo más que la conexión entre dos jugadores para mantenerse vivos, sobre todo porque los rojos jugaban fluído y con acierto desde el triple, ahora Hester y Sabat por uno de Gijebert para el 20-13 a falta de dos. La tercera del pivot Bute fue un error grave pero un triple de Covington minimizó el daño. Al final 22-17.

Aunque Niang hizo daño en el bloqueo y continuación y Gijebert contestó con un triple, en el inicio del segundo cuarto ya no hubo tanta anotación, lo que llevó a Álex Formento a parar el partido, 30-25 en el ecuador. De vuelta a pista ambos recurrieron de nuevo a su puntería desde el triple para no ceder, dos del local Dijkstra y uno se Serra para el 36-32, pero de nuevo y hasta el descanso todo estuvo mucho más cerrado y peleado en las pinturas. Con todo, un último minuto muy malo de los baleares dejó el marcador al paso por vestuarios 42-33.

La poca precisión de ambos en el lanzamiento se mantuvo durante más de dos minutos en el reinicio del juego, hasta que el veterano Otegui anotó al más puro estilo de pivot. No era suficiente porque la torre rival, un portento físico llamado Hester, imitaba canasta y además metía un triple, 47-35 y tiempo muerto obligado de Oriol Pagès. Ahora se jugaba a tirones y poco antes del ecuador Covington sumaba otros dos triples consecutivos, por lo que era Formento el que paraba el partido, 47-41 en el ecuador. Después el panorama no mejoró e incluso el partido se trabó más, lo que perjudicaba a un Menorca con pocos recursos ofensivos e incluso fallón en aspectos claves como el tiro libre. Al final del periodo 54-45.

Lejos de lo visto en el primer periodo el acto definitivo comenzó calcado al segundo, embarullado y con poco acierto o al menos insuficiente para que el Hestia recortara la desventaja, 58-49 en el minuto cinco. El panorama no pintaba nada bien, el Hestia seguía siendo muy irregular en ataque y aunque en defensa mantenía el tipo eso no alcanzaba para meterse en la pelea por el resultado. La barrera psicológica de los diez puntos se mantuvo casi inalterable, 64-54 a falta de uno y medio, y los isleños ni siquiera tendrían opciones reales de ganar. A la conclusión 69-60, con la ausencia de Jordi Trias.