El estadounidense Antonio Hester anota, casi desequilibrado, ante Urko Otegui | Diari de Girona

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El Hestia Menorca estrenó con derrota la nueva temporada, segunda en su breve historia que agota en LEB Plata, al sucumbir en pista del Bàsquet Girona en la velada del pasado sábado por 69-60, en un duelo en que la discreta apertura de partido penalizó con el máximo rigor al equipo que entrena Oriol Pagès.

Un tropiezo que en cualquier caso responde a una dinámica casi convertida en hábito por parte del proyecto insular, puesto que es el tercer año consecutivo –de los cuatro que abarca su cronología como entidad– en que el colectivo menorquín degusta decepción en el arranque, coyuntura pero que, a tenor de los precedentes, y procede subrayarlo, nunca ha mermado o abortado la consecución del objetivo al terminar el año deportivo –ascenso en 2018; permanencia en 2019.

Paradójicamente, solo en su primera campaña de vida, la 2016/17, en virtud de su victoria sobre El Olivar (81-69), en la jornada inaugural del grupo C-A de Liga EBA disputada en la Isla –entonces, en Ses Canaletes–, el Bàsquet Menorca registró un inicio sin ‘números rojos’, que prolongó hasta un 3/0 de récord. Sin embargo, a la conclusión de aquella temporada, el equipo insular se quedó en el umbral de las plazas de ascenso, no pudiendo batallar por el mismo en la fase final.

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