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Mal momento para un Hestia Menorca que no detiene su mala racha de resultados y en esta jornada liguera cayó derrotado ante el último en la clasificatoria, un CB Benicarló bien distinto al de la primera vuelta con los nuevos refuerzos y que suma la tercera victoria de la temporada ante un Hestia sin Urko Otegui.

El duelo comenzó a todo trapo, con constantes idas y venidas a los aros y con el marcador muy ajustado sin superar nunca la distancia de un enceste, 12-11 superado el ecuador tras una fase de ataques alocados y con poca precisión. Ahora los castellonenses hacían daño en el rebote, incluso en el ofensivo, porque el ritmo de juego era intenso y había grandes espacios entre carrera y carrera. El Benicarló trató de no aflojar con más rotaciones, pero la velocidad de Xavi Hernández generando puntos, 14-15 a falta de dos y medio tras dos libres del base menorquín. A la conclusión tras un final de cuarto convertido en corre calles, 17-19.

En el segundo con Pitu Jiménez al mando como en el final del primero, el equipo buscó un poco más de pausa y circulación hasta encontrar el triple, 21-25 tras uno suyo y otro de Drew Guebert. Pero los castellonenses no aflojaban y seguían explotando su velocidad para atacar rápido, algo que les siguió funcionando muy bien, al poco 27-25. El partido seguía bonito e intenso, de poca claridad táctica y técnica pero con un frenesí embriagador para el espectador. Mediado el periodo Corbacho por fin acertaba de tres, pero los rojillos respondían con dos seguidos de la pareja lituana del nuevo Benicarló, un equipo con muchos más recursos que el de la primera vuelta, 33-30 y tiempo muerto de Pagès pues faltaba orden. De vuelta al pista los dos buscaron el triple, pero una vez más quien lo encontró fue la pareja lituana y Olechnavicius por dos veces, 42-30 a falta de dos. De ahí al final continuó el festival de triples y Covington anotó uno para Menorca, pero Olechnavicius también lo volvió a hacer. Al descanso 45-35.

Dordevic y Covington monopolizaron los ataques en el reinicio pero la distancia en el luminoso rondó siempre los diez puntos sin que nada pudiera variarlo pese al ritmo altísimo y los lógicos errores. Sólo en la parte final y en un momento de máxima tensión el marcador se ajustó, 61-56 a falta de dos y lesión de un efectivo local que tiene que abandonar la pista bajo la bronca de la grada local. Bajo ese ambiente el tramo final del tercer cuarto le vino mejor a un Benicarló que consiguió mantenerse arriba, 65-58.

No aflojó la pelea y el contacto físico en el inicio del último cuarto, porque es cierto que ya no había casi carreras pero la tensión no se rebajaba lo más mínimo. Una vez más el Benicarló se sintió más cómodo con el duelo caliente pues seguía encontrando a Olechnavicius en la línea de tres, 70-58 en un minuto y parón obligado de un Pagès que cambiaría de nuevo al Pitu por Xavi Hernández. A la vuelta se vio otro triple más local, de Richards, pero el Menorca no se desesperó y a base de contras y buenas defensas reaccionó rápido, 73-64 un minuto después. Se pasó entonces a una fase todavía más trabada, con Kostic pegándose duro con todos y especialmente con Covington (y qué pena que no estuviera Otegui). También fueron minutos de menos puntos donde la defensa menorquina seguía brillando. El equipo remaba al límite, 76-71 a falta de tres y medio, pero Olechnavicius se enchufaba otro triple liberado (acabaría con 6 de 8) y de seguido robaba para un ataque que terminaba con otro triple de su pareja lituana Einikis (terminó con 3 de 5), 82-71 a falta de tres y prácticamente la sentencia segura. Pero el Menorca no desfallecía y con un parcial de 0-6 buscó el milagro, 82-77 a falta de minuto y medio. Entonces el pivot local Dordevic metió otra canasta de tres que ahora sí parecía letal, pero el Menorca no se rindió y todavía le dio tiempo a dar otro arreón, 87-82 a falta de 21´´, para obligar a los locales a sudar hasta el bocinazo. Al final 91-84.